18D Día internacional del migrante

Todos somos migrantes. La migración de homínidos por todo el planeta probablemente comenzó hace entre dos y 1.8 millones de años. Los primeros humanos partieron primero de África hacia Asia y, un poco más tarde, llegaron a Europa. Desde nuestro más remoto origen africano, los humanos mudamos continuamente nuestra residencia por diversas causas. La migración es parte de la realidad que nos rodea. Son miles las personas migrantes que buscan una vida mejor, las que diariamente tienen que enfrentarse a situaciones de vida o muerte, a menudo víctimas de las redes criminales.

El Día Internacional del Migrante fue proclamado el 4 de diciembre de 2000 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Esta proclamación respondió al creciente reconocimiento de la migración como un fenómeno global significativo por parte de los Estados miembros de la ONU y otras organizaciones internacionales, en un contexto donde los flujos migratorios se habían incrementado notablemente.

La globalización de la economía evoluciona de manera conjunta con el crecimiento de los flujos migratorios. Así, hoy el número de migrantes internacionales es del orden de 200 millones de personas, frente a 82 millones en 1970. El fenómeno no es nuevo pero con el desarrollo de los medios de transportes y de los medios de comunicación alcanza proporciones inéditas.

Las migraciones internacionales son un fenómeno antiguo y las migraciones masivas voluntarias, excluyendo los esclavos y los trabajadores de hogar bajo contrato, comenzaron hace doscientos años. Las razones de emigrar no tienen ningún misterio: hoy como hace doscientos años, tienen como objetivo mejorar las expectativas económicas y por añadidura una vida mejor. Los únicos cambios, por consiguiente, conciernen a las categorías de migrantes y su origen geográfico.

Con motivo de la conmemoración del Día Internacional del Migrante el 18 de diciembre, la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración celebró en Madrid un encuentro con expertos en inmigración, asociaciones y entidades que trabajan con extranjeros.

Tanto ellos como los asistentes debatieron acerca de la evolución del fenómeno migratorio en nuestro país, los prejuicios sociales y económicos a los que se enfrentan los inmigrantes en la sociedad Española y el impacto de la prolongada crisis sobre esta población. Asimismo, se hizo referencia a las migraciones forzadas a nivel mundial, destacando el alto número de refugiados y desplazados que han provocado distintos acontecimientos a nivel mundial en 2011 con las revoluciones de la llamada «Primavera Árabe» en el norte de África y Medio Oriente o la crisis actual en el Cuerno de África.

Los participantes en el foro destacaron la importancia de la contribución de los inmigrantes a la transformación de las sociedades y pidieron que se fomente su participación, como instrumento para forjar vínculos y contribuir a fortalecer la cohesión social. De esta forma, todos los actores implicados deberán redoblar esfuerzos para trabajar por una mejor integración de los inmigrantes en España y para evitar que las actitudes y mensajes xenófobos que tan fuerte están golpeando otros países europeos no calen en nuestra sociedad.

Las personas con nacionalidad extranjera en la C.A. de Euskadi se cifran en 217.489, el 9,9% de la población total, a 1 de enero de 2024, porcentaje 9 décimas superior al del 1 de enero de 2023, según datos elaborados por Eustat.

A lo largo de los últimos años el Ararteko viene recibiendo quejas particulares y de organizaciones sociales denunciando la situación de vulnerabilidad social en la que se encuentran las personas jóvenes migrantes de nacionalidad extranjera sin referentes familiares en la Comunidad Autónoma de Euskadi (CAE) que, en los casos más graves, llegan a encontrarse sin ningún tipo de respuesta institucional y
en situación de calle.