Vía libre para la Agencia Estatal de Salud Pública

Fuentes: Proyectos de creación de las Agencias de Salud Pública (Estatal y Vasca), OSALDE, FADSP y SESPAS.El pasado 13 de marzo, la ley para crear una Agencia Estatal de Salud Pública dió un paso definitivo, al dar su visto bueno la Comisión de Sanidad del Congreso a la norma con el voto a favor de todos los grupos parlamentarios a excepción de Vox.

La Sociedad Española de Salud Pública SESPAS recomendó, tras la pandemia de covid, una serie de actuaciones para el desarrollo de las políticas públicas, entre las que estaba la creación de una Agencia de Salud Pública:

• La Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) recuerda que las estructuras de salud pública necesitan un refuerzo urgente para ser capaces de afrontar futuras crisis sanitarias
• SESPAS destaca la importancia de fortalecer la Atención Primaria y promover una ciudadanía informada para mejorar la respuesta ante epidemias
• La coordinación a través de la Agencia Estatal de Salud Pública y el fortalecimiento de instituciones como la OMS son clave para hacer frente a futuras amenazas sanitarias
• Las medidas preventivas y de control en situaciones de incertidumbre deben aplicarse con transparencia, equidad y teniendo en cuenta sus posibles efectos adversos

Por su parte, el Gobierno Vasco, hizo suyo un proyecto autonómico de creación de la Agencia Vasca de Salud Pública  Pero tal Proyecto se canceló: «Uno de los contenidos que el Anteproyecto de Ley Vasca de Salud Pública y Seguridad Alimentaria contempla es el de la organización de la salud pública en la CAPV. En este sentido, aunque en un principio se valoró la posibilidad de la creación una Agencia, en este momento no se ve viable por los condicionantes económicos actualmente existentes»

Ya han pasado cinco años después del inicio de la pandemia de COVID-19, pero nada ha cambiado de las transformaciones que se prometían para la «Era post-Covid», como la prioritaria estructura nacional que garantizara una respuesta rápida y eficaz ante futuras crisis sanitarias. La Agencia Estatal de Salud Pública (AESAP) sería una herramienta clave para dotar al país de los mecanismos necesarios que permitan anticiparse, coordinar y responder a amenazas sanitarias de manera eficiente.

Desde la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), se ha enfatizado en repetidas ocasiones en la necesidad de que la AESAP sea un organismo independiente y con capacidad de actuación técnica, alejado de los vaivenes políticos.

Asimismo, uno de los pilares fundamentales de la AESAP es la implementación del enfoque One Health, que integra la salud humana, la salud animal y la salud ambiental. Este modelo permite abordar de manera integral las amenazas sanitarias, como el impacto del cambio climático en la propagación de enfermedades o el riesgo de zoonosis. La creación de una reserva sanitaria estratégica es otro de los puntos clave de la agencia, asegurando que España cuente con suministros esenciales en caso de crisis, evitando la dependencia de proveedores externos.

Independencia de la agencia de Salud Pública

La entidad debe dotarse de autonomía administrativa y presupuestaria. Se trata de construir un núcleo estatal de salud pública que tenga independencia del poder político y sus vaivenes, creando los cortafuegos que permitan el desarrollo del trabajo científico y técnico sin interferencias por parte del Gobierno de turno. Asegurar el máximo de solvencia técnica y credibilidad protegida de la formulación de políticas, gobierne quien gobierne. El Estado preservaría su legítima potestad para aceptar o no sus planteamientos y propuestas, así como para ordenar y desarrollar iniciativas dentro del marco jurídico vigente. Esa ha sido la lógica de la creación de agencias similares en otros países y debería ser el caso para España.

Desde OSALDE se ha insistido en la necesidad prioritaria de creación de la Agencia que garantizará que el país esté mejor preparado ante futuras emergencias, evitando improvisaciones y asegurando una coordinación eficaz entre los distintos niveles de gobierno.

El consenso parlamentario y el apoyo de la comunidad científica son señales claras de que este organismo debe ser una prioridad. Retrasar su puesta en marcha equivale a ignorar las lecciones aprendidas y a exponer a la población a riesgos innecesarios.