A medida que envejecemos nos hacemos más frágiles. La edad a partir de los 65 años ya es un factor de fragilidad, a lo que se unen muchas otras circunstancias biológicas, psicológicas y sociales en variables proporciones según los diversos contextos. La persona mayor en situación de especial fragilidad puede ser víctima de malos tratos de diversa naturaleza que pueden y deben ser evitados, detectados, documentados, informados e intervenidos.
La definición de envejecimiento activo por la Organización Mundial de la Salud es la siguiente: “proceso por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez”Fuentes: OPIK EHU Universidad del País Vasco Grupo OPIK. OMS Envejecimiento y Salud
Fuente: Crónica Pupular • 30 marzo, 2019 Julieta Olaso. Doctora en Antropología, autora del libro La represión y las luchas por la memoria en Argentina y España. «En estas fechas donde las mujeres y sus luchas por la igualdad se tornan más visibles quisiera invitarlos a reflexionar sobre un trabajo a tiempo completo: el de las cuidadoras, en femenino. Todos y cada uno de nosotros ha necesitado, necesita y necesitará cuidados. La necesidad de cuidados nos implica a todos de alguna otra manera y en diferentes matices, formas y medidas a lo largo de nuestro ciclo vital»