Más de 1.100 cooperantes han sido asesinados por su labor desde 2007
Fuente: eldiario.es internacional
10 personas han muerto y otras 26 han resultado heridas en el ataque suicida cometido este miércoles contra la sede de la ONG Save the Children en Jalalabad, en el este de Afganistán, según ha informado un portavoz del Gobierno.
El ataque comenzó hacia las 9.10 hora local (4.40 GMT), cuando un suicida detonó un vehículo cargado de explosivos en la entrada del edificio y dio paso a un número aún no confirmado de asaltantes, ha explicado a Efe el portavoz de la Policía de Nangarhar, Hazrat Hussain.
Entre los muertos hay dos empleados y un guardia de seguridad de Save the Children , un civil que pasaba por el lugar durante al ataque, un miembro de las fuerzas de seguridad y cinco atacantes. El portavoz del gobernador de Nangarhar, Attaullah Khogyanai, ha señalado que el cuerpo del civil fallecido se ha encontrado en la primera planta del edificio cuando esta ha sido despejada. Los atacantes se han atrincherado en el edificio, donde han continuado los enfrentamientos.
Un miembro del consejo provincial de Nangarhar, Zabihullah Zmarai, ha detallado a Efe que según la información proporcionada desde el lugar del ataque se cree que entraron tres insurgentes en el inmueble y que además había dentro varios empleados de la ONG.
Mohammad Amin, que estaba dentro del complejo en el momento del ataque, ha declarado a AFP: «Corrimos para ponernos a cubierto y vi a un hombre golpeando la puerta principal con un RPG [lanzacohetes]. Yo he saltado por la ventana».
«Todos los programas de Save the Children en Afganistán se han suspendido temporalmente y las oficinas han sido cerradas», ha señalado la ONG en un comunicado. «Esperamos poder reanudar nuestras operaciones y nuestro trabajo con la infancia lo más rápido posible», ha añadido. La Organización se ha mostrado «devastada» y ha aclarado que su prioridad es la seguridad de sus empleados.
El ataque ha sido reivindicado por ISIS a través de su agencia de noticias y los talibanes se han desvinculado del incidente a través un mensaje en Twitter de su portavoz, Zabihullah Mujahid, que dijo que la acción «no tiene nada que ver» con ellos.
Los grupos insurgentes armados y las organizaciones criminales tienen habitualmente entre sus objetivos a las organizaciones no gubernamentales en Afganistán, donde la situación de seguridad se ha deteriorado de manera considerable en los últimos dos años.
En octubre del año pasado, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció la reducción «drástica» de sus operaciones en el país tras varios ataques a sus instalaciones y la muerte de siete de sus trabajadores en ataques armados en nueve meses, entre ellos la española Lorena Enebral Pérez, de 38 años.
Nangarhar, provincia fronteriza con Pakistán, es una de las zonas más inseguras de Afganistán. En ella operan los talibanes e ISIS, que tiene en esta zona su principal bastión en el país asiático. Además, su capital es habitual escenario de ataques terroristas contra objetivos civiles.
Save the Children lleva trabajando en Afganistán desde 1976. El 2 de marzo de 2015 fueron secuestrados cinco trabajadores de la ONG mientras desarrollaban labores de seguimiento de proyectos en la provincia de Tarinkot, una de las zonas más peligrosas del país por ser un enclave talibán. Un mes y medio después los cinco trabajadores fueron ejecutados a tiros por los secuestradores. La organización lo confirmó oficialmente el 10 de abril de 2015.