VIDAS QUE MERECEN, AUN MÁS, LA PENA

VIDAS QUE MERECEN, AUN MÁS, LA PENA

Dr. Carlos Salinas Solano, in memoriam. Por Ricardo Franco Vicario

 Carlos SalinasEl domingo, 1 de Diciembre, del pasado año, a las 21:56 h., recibí un whatshapp de Celina Pereda «ayer murió, de muerte súbita, Carlos Salinas Solano. Seguro que tuviste relación con él, entre otras cosas, por el tema de la tuberculosis».  ¿»Que me dices? -contesté-, compañero mío en Valladolid…, hermano de Begoña Salinas…hijo de D. Isidro, médico de Lekeitio y jefe del equipo de facultativos de la vuelta ciclista a España …¡Por Dios!, recién jubilado. Un gran tipo. Tenme al corriente, por favor, si se va a celebrar algún  acto de despedida. Gracias. Me he quedado helado».

Cuando al filo de las 7 de la tarde, del jueves 5 de Diciembre  llegué a la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora, la noble y leal Villa estaba casi desierta. Sus siete mil y pico habitantes abarrotaban el magnífico templo parroquial, construcción gótica tardía  -siglo XV- en el que destaca el retablo flamenco del siglo XVI.

Se estaban celebrando las exequias por nuestro compañero, fallecido 5 días antes.

Mientras recorría los 13,4 kms de la tortuosa carretera que une Ondarroa con Lekeitio, iba meditando sobre esas preguntas trascendentes que todos nos hacemos cuando perdemos a alguien que nos importa.

Se me cruzaban todas al par, las mil estampas menudas que yo recordaba de su vida. A modo de sacrificio mortuorio reconstruía en mi interior, mediante la evocación de los recuerdos, a la persona de Carlos, sintiendo como si todavía estuviese a nuestro lado; asumiendo la atávica costumbre de mortuis nihil nisi bonum, de los muertos solo se puede hablar en términos de alabanza; si bien lo cierto es que la muerte no hace a nadie mejor ni mas sabio de lo que fue en vida.

Ya en el templo, las palabras de consuelo del sacerdote oficiante intentaban dulcificar el inmenso dolor de todos los presentes, mostrándonos, como un redoble de conciencia, que muerte, religión y sentido de la vida son propios de los seres humanos.

Se estaba hablando de una persona que ya no existía, pero cuya vida se hacia presente como una sombra de lo que significó.

Y es que la vida del hombre, de todos los hombres, como decía Wittgenstein, es un conjunto de significados que añaden valor y sentido a la misma.

Todas las vidas merecen la pena, pero el mundo es eso: un mar de fueguitos y cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. Como dice Eduardo Galeano, no hay dos fuegos iguales. Algunos fuegos arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende. Hermann Hesse, resumía diciendo que en el mundo hay dos tipos de personas: aquellos que intentan vivir sus ideales y aquellos que solo los llevan en la cartera. El Doctor Salinas pertenecía a la primera categoría.

Su vida fue un compromiso con su profesión, con sus pacientes, con su familia, con su ideología política, con sus amigos. Un compromiso de servicio a los demás; o lo que es lo mismo: una vida impregnada de renuncias al egoísmo.

Neumólogo de profesión, participó activamente en los programas de control de la tuberculosis en nuestra comunidad autónoma, potenciando el papel del personal de enfermería -«gestoras de caso» para reconstruir los eslabones de la cadena epidemiológica de esta enfermedad-. Trabajó en el Hospital de Santa Marina y, posteriormente, en el de Galdakao y en los ambulatorios de Basauri y Gernika. Militó en las filas de Euskal Iraultzarako Alderdia (EIA) y en Euskadiko Ezkerra, sufriendo los rigores de la dictadura. Cofundador de OSALDE , ha sido un defensor de los servicios públicos de salud.

Quienes le conocimos comprendimos y asentimos las palabras que su hijo Jon pronunció en nombre de su ama Kristina y de su hermano Santi y que deseo reproducir en euskera y castellano:

Carlos Salinas Solano (1949-2019)

Lagunok, momentu latzak dira guztiontzat. Galduta sentitzen zarienean, gogoratu maitasuna dala gure funtsezko oinarria. Karlosek bazekien maitasuna zer zan. Asko maitatu eban eta maitatua sentitzen zan.
Maitasunaz gain, gure miresmena dauka. Guretzat eredu paregabea izan zan: diskrezioa, sentsibilitatea, eskuzabaltasuna… Asko ikasi
genduan bere ondoan.
Eskerrik asko, nahiz eta sufritzen egon, eman dauzkuzuen laguntzagatik eta gugaz kontatu indarra berreskuratzeko.

Queremos transmitiros nuestro más sincero agradecimiento a todas las personas que habéis querido a Carlos y que estos días habéis compartido mensajes y gestos de ánimo.
Con Carlos hemos aprendido qué es la discreción, la sensibilidad y la generosidad. Eligió trabajo, amistades, aficiones… con las que fue feliz. También fue libre. Si cada una de las personas reunidas aquí somos capaces de transmitir sólo un poco del respeto y la disponibilidad que él regalaba, nuestras vidas tendrán mucho más sentido.

Eskerrik asko guztioi bihotzez eta laster arte.
Kristina, Jon, Santi.

Lekeition, 2019ko abenduak 5a.

Goian Bego, querido Carlos, recordar que hemos venido al mundo a pasar un «weekend». Luego, la tierra reclama con usura su préstamo y retornamos bajo en césped. Bajo los pascueros, los pinos, las buganvillas rojas o moradas…Todo seguirá igual -o quizás mejor-  sin nosotros (Antonio Gala)…Y es que la muerte nos iguala a todos para siempre.

Ricardo Franco Vicario

Bilbao a uno de Enero de 2020

7 Comments

  • Alexander elorza

    Gracias ricardo. Has descrito de carlos todo lo que ha sido en palabras que no soy capaz

  • Pedro Pablo España

    Gracias Ricardo por esta bonita carta. Yo que comparti por suerte mucho tiempo con el en el trabajo y en la vida social, creo que has refflejado muy bien su gran «humanidad»y «carisma»

  • ILDEFONSO EZKAURIATZA "kizkur"

    Gratifica poder leer palabras que nos/me hacen sentirme otra vez al lado del colectivo de personas que tuvimos la suerte de compartir «ciclos» de vida con Carlos.
    El reconocimiento de sus valores expresados en esta reseña hecha desde el cariño. Viene a reafirmar aquello que por desgracia no está de moda… compromiso…lealtad…discreción entrega… etc.. etc..
    Me gustaría añadir otro componente… el humor… y es como muchas veces nos repetimos Carlos y yo… con humor «hasta la tristeza»… se lleva mejor.

  • Cristina Hortelano Ibáñez

    Yo, que también tuve la suerte de compartir trabajo con Carlos unos años en el ambulatorio de Llodio, no tengo más que palabras de agradecimiento hacia él.Su entusiasmo contagioso, su humildad y su compañerismo le hacían brillar con una luz propia muy muy especial.

  • Pablo Ugartetxea

    Carlos Salinas, gran médico de los de antes y mejor persona
    Un orgullo ser su sobrino

  • Sabin Madariaga

    Goiko berbek argi erakusten dute zergatik maite nuen Karlos. Baina mediku konprometitutik aparte, lekeitiar modura, beraren konpromiso sozio-politikoa gogoratu nahi nuke, eta bihotzez eskertu, 1983an Lekeitioko Udaleko zinegotzi zela eta EEko zerrendaburu, saneamendu-sarea egiteko egitasmo zentzugabe hura bertan behera bota izana EEk eta HBk (eskutik hartuta). Horregaitik daukagu gaur daukagun herria. Karlos Salinas, tipo maitagarri bat. Segi pedaletan, lagun.

  • Xabier Markiegi Candina

    Compromiso total, con talla profesional, calidad humana, bonhomía, amistad inquebrantable. Así le recuerdo a Carlos.
    Cristina me informó. Pensé que era la despedida del amigo. Eskerrik asko.

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