El consumo conjunto de fitoterapia y fármacos es habitual, pero no cuenta con la suficiente atención. La equivocada asimilación de lo natural a lo inocuo y la falta de una supervisión profesional sistemática alimentan riesgos Fuente: diariomedico.com El uso de plantas medicinales junto con fármacos convencionales es una realidad muy poco investigada. Escasea la literatura científica, y desde luego hay pocos trabajos como la revisión que un grupo de investigadores sudafricanos acaba de publicar en British Journal of Clinical Pharmacology, encabezada por Charles Awortwe, de la Universidad de Stellenbosch, en Tygerberg. El análisis ha incluido dos estudios observacionales y 49 casos donde se referían síntomas por una sospecha de interacción entre fármacos y plantas. La mayoría de los pacientes tenían una enfermedad cardiovascular (30 por ciento), cáncer (22 por ciento) o habían recibido un trasplante renal (16 por ciento). Tras indagar en los mecanismos farmacológicos de los ingredientes activos de las plantas concluyen que en un 60 por ciento de los casos, la planta influyó probablemente en la interacción. «Los pacientes que están tomando plantas medicinales, incluidas Ginkgo biloba, Panax ginseng, hipérico y té verde, entre otras que afectan a las propiedades farmacocinéticas y farmacodinámicas de los fármacos de prescripción, tienen riesgo de experimentar interacciones en diferente grado«, escriben los autores. Uno de los casos más llamativos es el de un hombre de 55 años que falleció por una crisis convulsiva mientras nadaba. La autopsia reveló la probabilidad de que los suplementos de G. biloba hubieron inhibido el efecto de su medicación anticonvulsiva. El trabajo es una […]