Fuente: greenpeace.org / prensalibre.com «Menos carne y lácteos es mucho más. Es un mejor clima, mejor preservación de los bosques y la biodiversidad, más y mejor agua, más alimentos para más personas, más bienestar para los animales y también y muy importante mejor salud (…) La ganadería extensiva es el principal factor de deforestación en el Amazonas. Un poco más del 65% de la tierra deforestada ahora es ocupada por tierra de pastoreo»
Vivimos en una sociedad demasiado personalista, egocéntrica y poco empática con todo aquello que no nos afecta directamente. Sólo sabemos de una persona cuando nos interesa por algún motivo o cuestión crematística, de lo contrario ni nos preocupa su situación personal ni familiar. (Jose Manuel Pena, El Ideal gallego 10/08/19)
Destacamos éste acertado comentario de la entrevista que Mauricio Hernández Cervantes hace en El Salto a Cristina Rota. Porque desde la consideración biopsicosocial de la salud y la enfermedad, la «memoria histórica» puede actuar como un determinante. Un determinante causante de daño por la injusta negación o alteración de unos hechos históricos que los verdugos, sus descendientes políticos, los cómplices y los indiferentes se empeñan en mantener porque no ignoran los efectos de una verdad histórica que les acusa y amenaza el statu quo. La memoria histórica reprimida, ignorada o falseada atormenta a las víctimas, sus allegados y perdedores.