La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, anunció el mes pasado que la antigua sede de EITB, ahora en desuso, albergará a partir de 2026 una sede centralizada de logística y almacenamiento de materiales sanitarios y no sanitarios para todas las organizaciones de Osakidetza.
Sagardui aseguró que esta “gestión centralizada” de materiales permitirá “un acceso y distribución más homogénea” en todo el territorio, así como “abaratar” los precios, ya que las adquisiciones serán de un “mayor volumen”. Señaló, además, que el almacén centralizado supondría la creación de 200 puestos de trabajo.
Sin embargo, los trabajadores de los almacenes de las OSI Uribe, Barrualde-Galdakao y Goierri Alto Urola y de los hospitales de Cruces, Txagorritxu y Donostia mostraron su rechazo a esta “centralización y privatización”, ya que no sólo no creará empleo sino que “al menos 500 puestos se van a destruir”.
Esa “supresión de plazas” se debe a la desaparición de los departamentos de suministros, pedidos, compras y contabilidad y a que el personal fijo de estos depósitos será trasladado a otros departamentos para sustituir a personal eventual e interino.
Estos trabajadores alertan, además, de que la centralización del suministro supondrá “una devaluación notable del servicio” al no haber “nada de suministro urgente de material ni una resolución inmediata de problemas”.
Por todo ello, pidieron a Sagardui “el paro inmediato de este costoso proceso económico y de personal” y para mostrar su rechazo colocaron carteles contra la “externalización” de los almacenes en sus distintos lugares de trabajo.