Investigación médica «Houston, tenemos un problema»
ACERCA DEL DOCUMENTAL “INVESTIGACIÓN MÉDICA: HOUSTON, TENEMOS UN PROBLEMA”
1 DE JUNIO O DE 2017 A LAS 19:30 HORAS HIKA ATENEO. Muelle de Ibeni, 1 BILBAO
El 1 de junio tuvo lugar la proyección de 'Investigación Médica: Houston tenemos un problema', un documental que aporta datos tan contundentes como escalofriantes sobre la producción de medicamentos vitales, producido por la ONG Salud por Derecho con la colaboración de Médicos Sin Fronteras.
Osalde participa en la presentación de este documental y posterior debate en Bilbaao, que demuestra que el modelo de investigación y desarrollo de nuevos diagnósticos y tratamientos está obsoleto y que, por tanto, la salud de todos está en juego, especialmente la parte más vulnerable de la humanidad. Un sistema de investigacion, producción y venta de fármacos que, por otro lado está haciendo insostenible los Sistemas Públicos de Salud, favoreciendo la privatización y los recortes que incrementan aun más las desigualdades que afectan a nuestras sociedades.
La mesa redonda que se desarrolló tras el debate contó con la participación de Vanessa López, Directora de Salud por Derecho, Jorge Barrón, miembro de la Coordinadora de Osalde y Mikel Sánchez, campaña Acceso a Medicamentos de Medicos Sin Fronteras.
Jorge Barrón, miembro de OSALDE, Derecho a la Salud. País Vasco
Ante todo, nuestro agradecimiento a Salud por Derecho y a Médicos Sin Fronteras por darnos ocasión de participar en este evento cuyo tema es para OSALDE del máximo interés.
OSALDE, que ha demostrado ser, a lo largo de sus 35 años de existencia, especialmente sensible a las desigualdades de salud, ha sido especialmente crítica con todo el sistema de investigación, producción y venta de fármacos. Un sistema ineficiente y tremendamente injusto. Tal como está articulado actualmente, resulta absolutamente imposible curar y salvar la vida a millones de personas que no pueden acceder a tratamientos eficaces. ¿De qué sirven los grandes descubrimientos farmacológicos si la humanidad no puede beneficiarse de ello? Se precisa un cambio radical de un sistema que solo procura enormes beneficios a las compañías farmacéuticas mientras que crea desigualdades incompatibles con la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Nuestra organización participa activamente en Cooperación Internacional.
Actualmente mantenemos proyectos activos en África, Malí y Centroamérica El Salvador, Nicaragua. Puesto que vivimos en la era de la información y la comunicación, a nadie se le ocultan las graves carencias en materia de salud de una gran parte de la humanidad marginada del desarrollo. La sociedad civil es consciente de ello y contribuye en la medida de sus posibilidades a financiar las ONGs que tratan de paliar está injusticia social, mostrando así tener mas solidaridad que nuestro gobierno del Estado, que ha reducido la ayudas a un miserable 0,12 % del PIB, cuando el compromiso es alcanzar el 0,7% (La CAPV es la que más aporta, un 0,33%). Para los voluntarios que participan in situ en los proyectos de cooperación en circunstancias frecuentemente difíciles, el contacto con la realidad aporta conciencia de la gravedad del problema en todo su dramatismo.
Enfermedades infecciosas de las ya nadie en el mundo tendría que morir, siguen matando a millones de seres humanos por imposibilidad de acceder a unos medicamentos secuestrados en el mercado para quien pueda pagarlos.
La tuberculosis ha matado a 1,5 millones de personas en 2015, la inmensa mayoría en países subdesarrollados. Cerca de 40 millones de personas viven con el sida en el mundo, pero solo 18 millones tuvieron acceso al tratamiento. La malaria ha matado a 655.000 personas, la mayoría niños de menos de 5 de años en África. Casi un millón de niños mueren de neumonía, otra enfermedad tratable o evitable por vacunas.
Pero en peores condiciones se encuentra la lucha contra las llamadas enfermedades tropicales olvidadas o desatendidas que no afectan al norte y occidente desarrollado. Enfermedades como la malaria, el Chagas, la enfermedad del sueño, o el kala-azar sufren marginación y abandono respecto a I+D. Afectan a millones de personas y carecemos de buenos remedios para todas ellas. Para estas enfermedades la ciencia avanza a un ritmo mucho más lento. Faltan vacunas y hay pocos fármacos, algunos antiguos, poco eficaces ytóxicos. Por humanidad, es prioritario investigar mucho más en este campo.
Como ilustra perfectamente el documental de "Salud por Derecho", la principal razón de este abandono es que la inmensa mayoría de los proyectos de investigación biomédica están financiados por la industria y su único fin es obtener los máximos beneficios en el menor tiempo posible. La pretendida colaboración publico-privada es imposible con el sistema actual, sus fines y objetivos son radicalmente opuestos. La prueba de ello es que las grandes empresas farmacéuticas frecuentemente son sancionadas por prácticas corruptas que ponen en peligro la salud y la vida de los pacientes.
Marcia Angell, que fue redactora jefe del New England Journal of Medicine dice que “El médico no puede confiar ya e la investigación médica” ….“El sistema actual de innovación y desarrollo de fármacos responde más a intereses financieros que a las verdaderas necesidades de salud pública, y deja a millones de personas sin acceso a medicamentos esenciales”
Llejos de mejorar, la investigación está mucho peor que antes de 2008, de forma que antes,los investigadores proponían los proyectos, hacían los diseños, los análisis y las publicaciones. Hoy, en lo que se ha dado en llamar “la deriva institucional” se limitan a “reclutar pacientes a cambio de dinero” para alimentar ensayos clínicos confeccionados por la IF. Los investigadres no pueden cambiar ni una coma del protocolo y no pueden publicar sin permiso. Y esta entrega, esta renuncia, a cambio de qué? Hay muchos elementos de seducción: Desde la adulación, los regalos y las ayudas a medicos, pacientes e instituciones hasta el soborno (“expertos”, “líderes de opinión”, “ayudas a la investigación”, “formación continuada”, “reuniones científicas”). En realidad operaciones de marketing y corruptelas.
Joan‐Ramón Laporte, y su equipo de Institut Català de Farmacología advierten en sus informes anuales de actualización que “desde hace años dominan los ensayos clínicospromovidos por compañías farmacéuticas, para registrar nuevos medicamentos o indicaciones con abundantes desviaciones a favor de sus intereses, (comparación conplacebo, variables subrogadas , poblaciones poco representativas, diseñados, analizados y publicados por las mismas compañías) Los comités de “expertos” que elaboran guías de práctica clínica están fatalmente contaminados por los conflictos de intereses y por una visión tecnológica y deshumanizada de la medicina”
“La medicina académica está en venta” dice también Marcia Angell. La formación médica continuada ha sido secuestrada por la Industria Farmacéutica, y la investigación también. Y es que hace años cuando los Centros Médicos Académicos lograban un descubrimiento financiados por el Gobierno, eran de dominio público. Pero ahora se venden las licencias en exclusiva a Empresas que hacen el desarrollo posterior.
Opina que tienen que ser los Estados quienes investiguen y según necesidades de salud pública. Deben ser más beligerantes en las negociaciones con la industria en defensa del derecho a la salud de las personas. Los Estados son poco beligerantes con las grandes empresas promotoras y renuncian a ejercer su poder político a favor de la parte social, lo que queda demostrado por el sistema de “puertas giratorias”.
Afortunadamente, cada vez son más las organizaciones, profesionales y académicos sanitarios que desde el ultimo decenio denuncian esta situación. Es mucho lo que se puede y debe hacer para terminar con esta injusticia social. Profesionales críticos como Ben Goldacre, en “Mala Farma”, o Abel Novoa, Juan Gérvas y Carlos Ponte en No, gracias apuntan algunas bien elegidas propuestas para “recomponer la alianza entre medicina e industrias farmaceuticas alrededor de los valores esenciales de la medicina, como no hacer daño, beneficiar a los pacientes y poblaciones, aplicar el conocimiento relevante y seguro, y la distribución equitativa de los bienes clínicos que son comunes” Y se elaboran propuestas para todos los agentes implicados. Practicando la democracia, la movilización política ciudadana, reclamando a los gobiernos los cambios necesarios para terminar con esta situación.
Iniciativas como la que celebramos en este acto, contribuyen a informar, crear opinión y promover acciones de organizaciones sociales y ciudadanía por las que reclamemos por todos los medios posibles a nuestros gobiernos los cambios necesarios para que el Derecho a la Salud sea una realidad para toda la humanidad y en especial para la más necesitada y desfavorecida.
Para ello, el progreso científico debe reorientarse de manera prioritaria hacia el objetivo de resolver los problemas de la humanidad antes que satisfacer los intereses económicos de las grandes empresas farmacéuticas. Como dicen en Nogracias “Investigación basada en las necesidades, no en el marketing”
El cambio que reclamamos es incompatible con un sistema actual de propiedad intelectual yexplotación de patentes que considera igual un producto farmacéutico para curar o salvar la vida que cualquier producto de consumo innecesario.
Porque la salud y la vida son Derechos Fundamentales, no son mercancías.
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