El Parlamento italiano aprueba la Ley de Testamento Vital
El Parlamento italiano aprobó (14/12/2017) la ley del testamento vital, que permite a una persona indicar anticipadamente los tratamientos a seguir o rechazar en caso de incapacidad.
Fue aprobado en primer lugar en la Cámara de los Diputados el 20 de abril pero el texto, muy criticado por los sectores conservadores de los partidos, ha sufrido numerosos retrasos en su tramitación a causa de las miles enmiendas interpuestas para bloquearlo. El proyecto de ley fue aprobado definitivamente en el Senado por 180 votos a favor, 71 en contra y 6 abstenciones
Sus principales valedores fueron el gubernamental Partido Demócrata (PD, centroizquierda) y el Movimiento Cinco Estrellas (M5S). Pero ha provocado el rechazo frontal de la Liga Norte y la Conferencia Episcopal Italiana que la consideran “una vía hacia la eutanasia”. En Forza Italia, el partido de Berlusconi se concedió la libertad de conciencia a sus legisladores pero el partido se mostró contrario a la ley.
El texto permitirá a los enfermos disponer de un testamento previo y vinculante para el médico y los familiares con el que podría renunciar a los llamados tratamientos paliativos extremos al fin de su vida, como la alimentación e hidratación artificial. Una persona, ante la posibilidad de quedar inválida, podrá aprobar o negar determinadas terapias o tratamientos médicos, entre los que figuran la nutrición y la hidratación artificial, para no sufrir el ensañamiento terapéutico. La ley también implica a los menores y el consenso al testamento vital será ejercitado por los padres o tutores, «teniendo en cuenta la voluntad» del afectado.
La aprobación fue recibida con un aplauso y destacados líderes italianos la celebraron:
Laura Boldrini, presidenta de la Cámara de los Diputados: «de ahora en adelante los enfermos, sus familias y los profesionales médicos estarán menos solos en situaciones dramáticas».
Paolo Gentiloni, primer ministro de Italia del PD (centroizquierda): «elección de civismo y paso adelante por la dignidad de la persona».
Marco Cappato, miembro del Partido Radical (enjuiciado por facilitar la muerte asistida el pasado febrero en Suiza a Fabiano Antoniani, que había quedado ciego y tetrapléjico): «se reconoce el derecho de los enfermos a interrumpir sus tratamientos sin sufrir», «no hay más la posibilidad de imponer como una tortura una terapia que el enfermo no quiere asumir».