El desastre de la guerra en Ucrania aumenta el negocio de los úteros de alquiler

El desastre de la guerra en Ucrania aumenta el negocio de los úteros de alquiler

 La guerra ha arrojado a Ucrania a un desastre económico con consecuencias desagradables. Las mujeres de origen pobre y asolado por la guerra, con sus hombres luchando en el frente, están siendo atraídas por la industria de los bebés sustitutos, un negocio en auge en Ucrania.

«Gestación subrogada»

Vientre de alquiler, ​ o gestación subrogada, ​​​ es la práctica por la que, con un previo acuerdo con otra persona o pareja, una mujer queda embarazada con un óvulo ajeno al suyo y da a luz a un bebé para esa otra persona o pareja, las cuales se convierten en padres del bebé. Wikipedia

Uno de los problemas de toda maternidad subrogada es que supone la instrumentalización y la despersonalización del cuerpo de la madre gestante, ignorando la distinción básica entre personas y cosas. Las personas, evidentemente incluyendo su cuerpo (el vientre de la mujer), no pueden ser objeto de comercio.

En la mayoría de los países de la Unión Europea gestación subrogada está prohibido. En algunos estados la violación de esta ley se castiga severamente (en Austria, Alemania, Francia, Noruega, Suecia, Estonia). La maternidad subrogada altruista no está prohibida en el Reino Unido, los Países Bajos, Dinamarca, Portugal y la República Checa. El embarazo subrogado es legal en Ucrania, Rusia, Bielorrusia. Pero en Grecia, Bélgica, España y Finlandia este método de tecnologías de reproducción asistida no está regulado por la ley, pero tampoco está prohibido.

En España, la ley de 2006 sobre técnicas de reproducción humana asistida en su artículo 10 especifica que el contrato de gestación por sustitución, ya sea con un pago de por medio o no, será nulo.

Al ser una práctica ilegal en España, por mucho que existiera un contrato entre la persona gestante y las personas que quisieran obtener el bebé, ya fuera con dinero u otras condiciones, esté sería nulo. Es decir, los contratantes no podrían acogerse a él para reclamar la filiación del nacido.

No solo la ley del 2006 especifica que la gestación subrogada no es legal en España, también lo hace la ley del aborto aprobada por el Gobierno de coalición en 2023. De hecho, esta norma recoge en el preámbulo que la gestación subrogada o gestación por sustitución es una “forma grave de violencia reproductiva” contra las mujeres, pero también reconoce que esta práctica “se sigue produciendo” ya que las personas que la emplean se amparan en una regulación internacional diversa.

Tras la aprobación de la reforma de la ley del aborto, en España, además, está prohibido no solo el utilizar vientres de alquiler, sino también el publicitar cualquier forma de gestación subrogada (artículos 32 y 33).

Hay dos tipos de gestación subrogada o por sustitución, divididos por el grado de implicación de la persona gestante.  Por un lado, se considera que es un vientre de alquiler parcial cuando la persona gestante emplea sus propios óvulos para ser fecundados con esperma de un donante o de una de las personas que quieran ser progenitores. Por otro lado, sería una gestación subrogada completa cuando la persona gestante no emplea sus óvulos, sino que lo porta una vez fecundado con técnicas de reproducción asistida.

Sin embargo, cuando el bebé nace en otro país y vuelve a España, el Tribunal Supremo emitió una sentencia en 2022 por la que se establecía que la única vía posible para la regularización administrativa de un menor nacido por gestación subrogada es la adopción y no la filiación (como si fuese su hijo biológico).

La filiación es reconocida en España por genética, y en muchas ocasiones se trata de parejas en las que al menos uno de los integrantes puede aportar material genético, como el esperma.

Gestación subrogada en Ucrania:

Existe una fuerte demanda a nivel internacional y el negocio de la gestación subrogada para parejas extranjeras está muy extendido en países como Ucrania, al ser su precio menor que en otros países. El precio de una gestación subrogada en Ucrania se sitúa entre los 50.000 y los 70.000 euros. En Ucrania, las personas de nacionalidad extranjera solo pueden tener hijos de esa manera si forman una pareja heterosexual casada. Se calcula que cada año nacen más de 2 000 bebés a través de la gestación subrogada. La mayoría de ellos son hijos de parejas extranjeras. A menudo, las madres sustitutas sufren el estrés físico y emocional causado por los tratamientos hormonales y el embarazo, pero una vez que nace el bebé, ya nadie se preocupa por ellas.

Anika Konig, antropóloga social y cultural de la Universidad Libre de Berlín e investigadora asociada de la Universidad de Lucerna, señala, sin embargo, que “la subrogación transfronteriza siempre implica riesgos”. Hace apenas dos años, cuando estalló la pandemia del coronavirus y debido a las restricciones de viaje por la pandemia de Covid-19, muchos padres no pudieron recoger a los niños. Ahora, con la guerra, y dependiendo de la región, también existen graves dificultades. Sin embargo, la pobreza y la ausencia de los hombres por la marcha al frente de guerra, ha incrementado notablemente el negocio de las madres de alquiler. La guerra obligó a las madres sustitutas en Ucrania a tomar una decisión difícil: huir de la guerra o quedarse. Si daban a luz fuera del país, corrían el riesgo de que sus bebés no fueran reconocidos legalmente como hijos de sus «clientes». Si bien no se puede comparar una pandemia con una guerra, “ambas muestran dónde son particularmente grandes los riesgos: desde el momento en que es necesario atravesar fronteras, los arreglos, como la maternidad de substitución son más vulnerables”, explica König.

 

 

 

 

 

 

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