Ébola: El contexto de guerra dificulta la erradicación del brote
La OMS eleva a 50 el número de muertes por el nuevo brote de Ébola declarado por el Ministerio de Salud Pública de la República Democrática del Congo el pasado 1 de agosto. La última actualización de la OMS especifica que 23 de las 50 muertes serían casos confirmados de Ébola y 27 probables.
El Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo RDC inició rápidamente mecanismos de respuesta en las provincias de Kivu del Norte e Ituri con el apoyo de la OMS y sus asociados. Las prioridades incluyen el establecimiento y fortalecimiento de la vigilancia, seguimiento de contactos, capacidad de laboratorio, IPC, gestión clínica, vacunación, comunicación de riesgos y participación comunitaria, entierros seguros y dignos, coordinación de respuestas, vigilancia transfronteriza y actividades de preparación en las provincias y países vecinos.
La OMS se muestra preocupada por la seguridad en el abordaje del brote, ya que éste tiene lugar en una zona con grupos armados y diversos conflictos. MSF también forma parte de los profesionales que vigilan zonas de la vecina Uganda en caso de que el brote cruce las fronteras de RDC con este país.
Hechos clave
- La enfermedad del virus del Ébola (EVD), anteriormente conocida como fiebre hemorrágica del Ébola, es una enfermedad grave, a menudo mortal, en los seres humanos.
- El virus se transmite a personas de animales salvajes y se propaga en la población humana a través de la transmisión de humano a humano.
- La tasa promedio de letalidad EVD es de alrededor del 50%. Las tasas de letalidad han variado de 25% a 90% en brotes anteriores.
- Los primeros brotes de EVD ocurrieron en aldeas remotas en África Central, cerca de bosques tropicales. El brote de 2014-2016 en África occidental implicó importantes áreas urbanas y rurales.
- El compromiso de la comunidad es clave para controlar con éxito los brotes. El buen control de brotes se basa en la aplicación de un paquete de intervenciones, a saber, manejo de casos, prácticas de prevención y control de infecciones, seguimiento y rastreo de contactos, un buen servicio de laboratorio, entierros seguros y dignos y movilización social.
- Atención de apoyo temprana con rehidratación, tratamiento sintomático mejora la supervivencia. Hasta el momento no se ha probado que un tratamiento autorizado neutralice el virus, pero se están desarrollando una variedad de terapias de sangre, inmunológicas y farmacológicas.