Recién nacidos: la mortalidad es hasta 50 veces mayor en los países más pobres
Mientras en los países de renta alta, la tasa media es de 3 muertes por cada 1.000 nacimientos, este mismo índice se sitúa en 27 en los países pobres. 8 de los 10 lugares más peligrosos para nacer están en África.
Fuente: unicef.es
(UNICEF) La tasa de muertes de recién nacidos sigue siendo alarmantemente alta, sobre todo en los países más pobres del mundo, según nuevo informe (de UNICEF) sobre mortalidad infantil centrado en recién nacidos. En estos países la tasa media de mortalidad neonatal es de 27 muertes por cada 1.000 nacimientos, mientras que en los países de renta alta ese índice es de 3 muertes por cada 1.000 nacimientos.
El informe también destaca que 8 de los 10 lugares más peligrosos para nacer están en África subsahariana, donde las mujeres embarazadas tienen muchas menos posibilidades y recursos. Si para 2030 cada país lograra igualar su tasa de mortalidad de recién nacidos a la de los países de renta alta, se salvarían 16 millones de vidas.
«Aunque hemos reducido a más de la mitad el número de muertes de niños menores de cinco años en los últimos 25 años, no hemos logrado los mismos avances en la mortalidad de niños de menos de un mes. Dado que la mayoría de estas muertes son prevenibles, estamos claramente fallándole a los bebés más pobres del mundo», explica Henrietta H. Fore, directora ejecutiva de UNICEF.
Superviencia infantil: un comienzo desigual
Los bebés que nacen en un país como por ejemplo Pakistán tienen 50 veces más probabilidades de morir que un bebé nacido en Japón. Según cifras del informe, los bebés nacidos en Japón (1 de cada 1.111), Islandia (1 de cada 1.000) y Singapur (1 de cada 909) tienen las mejores posibilidades de supervivencia, mientras que los recién nacidos de Pakistán (1 de cada 22), República Centroafricana (1 de cada 24) o Afganistán (1 de cada 25) se enfrentan a las peores probabilidades.
En España, la tasa de mortalidad de recién nacidos es de 1 de cada 500 nacidos vivos. «Afortunadamente los datos de nuestro país son muy buenos porque contamos con servicios y personal médico para atender a las madres y los bebés antes, durante y después del nacimiento. Con este informe queremos destacar que las desigualdades actuales entre países son flagrantes y reclamamos medidas urgentes para que en todo el mundo los recién nacidos cuenten con los medios necesarios para sobrevivir y crecer sanos», señala Javier Martos, director ejecutivo de UNICEF Comité Español.
Supervivencia infantil: ‘Cada vida cuenta’
Este mes lanzamos la campaña Cada vida cuenta, una iniciativa global para demandar y aportar soluciones en nombre de los recién nacidos del mundo. A través de esta campaña hacemos un llamamiento urgente a los gobiernos, profesionales de la salud, los donantes, sector privado, familias y empresas para que sumen esfuerzos por la supervivencia infantil mediante:
- La contratación, formación, mantenimiento y gestión de un número suficiente de médicos, enfermeras y matronas con experiencia en la atención a madres y recién nacidos.
- Garantizar unas instalaciones sanitarias limpias y funcionales equipadas con agua, jabón y electricidad, al alcance de todas las madres y bebés.
- Priorizar que todas las madres y bebés tengan los medicamentos y equipos necesarios para tener un comienzo de vida saludable.
- Empoderar a las adolescentes, madres y familias para que demanden y reciban una atención de calidad.
«Cada año, 2,6 millones de recién nacidos en todo el mundo no sobreviven a su primer mes de vida. Un millón de ellos muere el día que nace. Sabemos que podemos salvar a la mayoría de estos bebés con soluciones de atención médica asequibles y de calidad para cada madre y recién nacido», asegura Fore.
Más del 80% de las muertes de recién nacidos se deben a partos prematuros, complicaciones durante el mismo o infecciones como neumonía y sepsis. Estas muertes pueden evitarse con acceso a matronas bien formadas, junto con medidas eficaces como tener agua limpia y desinfectantes, amamantar durante la primera hora de vida, el contacto piel con piel y una buena nutrición.
Sin embargo, la falta de trabajadores sanitarios y matronas con buena formación implica que miles de bebés no reciben el apoyo vital que necesitan para sobrevivir. Por ejemplo, mientras en Noruega hay 218 médicos, enfermeras y matronas por cada 10.000 personas, la ratio es de 1 por cada 10.000 en Somalia.