Medicamentos contra el cáncer: «Se debería pagar según el beneficio obtenido por el paciente»
«Lo más adecuado sería tener un modelo de reembolso basado en el valor, que quiere decir que, independientemente del precio que tenga el medicamento, lo que al final pagará el sistema público de salud, estará relacionado con el beneficio que el medicamento da al paciente.» (Josep Tabernero, presidente de la Sociedad Europea de Oncología Médica y director del Instituto Vall d’Hebron de Oncología)
Fuente: elpais.com Entrevista de El Pais con el Dr. Tabernero
Al doctor Josep Tabernero (Barcelona, 1963), director del Vall d’Hebron Instituto de Oncología de Barcelona (VHIO), se le acumula el trabajo —y los cargos—. Además de lidiar con pacientes en las consultas y ensayos en el laboratorio, el médico ha asumido desde enero de 2018 la presidencia de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, en sus siglas en inglés), un cargo que ostentará los próximos dos años. Acostumbrado a las trincheras en las consultas del Vall d’Hebron, desde la sociedad científica, que tiene 17.000 miembros, le tocará abordar los nuevos retos del cáncer, desde la financiación de los nuevos y carísimos tratamientos de última generación hasta las desigualdades sociales en el acceso al arsenal terapéutico y los sistemas de detección precoz.
Con una agenda de vértigo a propósito del Día Mundial Contra el Cáncer, que se celebra cada 4 de febrero, Tabernero atiende a EL PAÍS en su despacho, ubicado en la espina dorsal del hospital Vall d’Hebron y a tiro de piedra de su servicio de oncología.
Pregunta. La última radiografía del cáncer apunta a que aumenta más la incidencia que la mortalidad. ¿Buenas noticias?
Respuesta. La incidencia de cáncer aumentará probablemente hasta 2025 y luego empezará a bajar poco a poco. Pero la mortalidad desciende desde hace 50 años y hemos pasado de una mortalidad del 70% al 45% en el global de tumores. En mama, por ejemplo, la mortalidad es del 5%.
P. ¿Por qué hasta 2025?
R. En 2025, si lo hacemos bien, veremos resultados de todo lo que se puede hacer para prevenir el cáncer. Yo siempre hablo del decálogo de las 10 maniobras del cáncer, de las cuales siete y media son a coste cero, a coste educativo: prohibición del tabaco, limitar el alcohol, control de la obesidad, ejercicio, evitar tóxicos y radiación ultravioleta, programas de detección precoz…. Si esto lo controlamos bien, podemos hacer que el 40% de los tumores desaparezca. Nos queda el 60% restante, que dependen de la longevidad como motivo más importante y contra esto hemos de luchar de otra manera.
P. Hay tumores que se les resisten. La supervivencia a cinco años en cáncer de páncreas es del 7,7%; en pulmón, del 13,5%. ¿Han fracasado aquí?
R. Esto es un fracaso terapéutico en el sentido de que los avances no han sido tan importantes porque al diagnosticarse tarde y ser tan resistente a las terapias médicas, pues las vías de tratamiento son más limitadas.
Pero estamos trabajando en mecanismos para detectar precozmente el tumor y aquí la biopsia líquida va a tener un gran papel. Ya se ha demostrado en otras áreas. La biopsia líquida nos permite detectar las alteraciones genéticas y moleculares del tumor sin hacer una biopsia del tumor pero como ya sabemos lo que tenemos que buscar, el único problema es la tecnología. En el momento que tengamos una técnica más sensible que nos permita diagnosticar fragmentos de ADN de un tumor de páncreas que es incipiente en la sangre, podemos diagnosticarlo precozmente.
Nos hemos dado cuenta de que el mejor sistema para luchar contra la enfermedad lo tenemos dentro: el sistema inmunitario
P. ¿Qué líneas de investigación son prioritarias?
R. Creo que son prioritarias el área de prevención; la biopsia líquida porque va a favorecer el diagnóstico precoz; y también la revolución de la inmunoterapia. Hemos ido haciendo pasos importantísimos en el tratamiento médico. Nos hemos dado cuenta de que el mejor sistema para luchar contra la enfermedad lo tenemos dentro dormido: el sistema inmunitario.
P. Un estudio publicado en The Lancet ha puesto sobre la mesa la desigualdad que hay entre países ricos y pobres en términos de supervivencia. ¿El código postal influye en la mortalidad del cáncer?
R. Este estudio es muy importante porque pone en evidencia por primera vez que el código postal importa y esto se traduce muchas cosas: la inversión sanitaria, el porcentaje del PIB que se dedica; pero también influye el modelo organizativo dentro de un mismo PIB, cuánto se piensa de forma integral en tratamiento y control del cáncer. Por ejemplo, esos países que tienen un buen registro del cáncer o una buena estructura para establecer tratamiento multidisciplinar, son los que tienen mejor supervivencia.
P. Uno de sus objetivos cuando asumió la presidencia de la ESMO era mejorar la equidad en el acceso a los tratamientos innovadores, que son muy caros. ¿Qué propone?
R. En el área terapéutica, la ESMO se ha preocupado mucho por este tema y lanzó dos grupos de trabajo: uno para ver la magnitud del beneficio clínico de los tratamientos y otro para favorecer el acceso a los tratamientos, no solo los más caros, sino también los esenciales, que tienen un menor coste pero hay problemas de desabastecimiento en todos los países.
En los medicamentos innovadores, ESMO ha trabajado para favorecer una discusión abierta con los actores del problema, para obtener un precio más razonable del medicamento y favorecer modelos de reembolso de los medicamentos que estén basados en el valor de los medicamentos y con un valor geográfico.
Tabernero ha asumido este año la presidencia de la Sociedad Europea de Oncología Médica
P. ¿Esto qué significa?
R. El precio de los medicamentos los marca bastante el mercado y no tiene mucha consideración el valor real del medicamento respecto a una enfermedad u otra. Lo más adecuado sería tener un modelo de reembolso basado en el valor, que quiere decir que, independientemente del precio que tenga el medicamento, lo que al final pagará el sistema público de salud, estará relacionado con el beneficio que el medicamento da al paciente.
P. ¿Qué sucede ahora?
R. El precio ahora los discute la industria con los ministerios de salud. Pero estos precios, que es lo que hemos estudiado en ESMO, no tienen una relación proporcional con el beneficio que dan. El precio lo marca el mercado y es un modelo que se ha demostrado que es equivocado. Para introducir toda la innovación no lo podemos hacer de esta manera y hemos de buscar fórmulas en las que el reembolso del medicamento sea variable.
P. ¿Y la industria aceptará este cambio?
R. A la industria farmacéutica no le quedará otro remedio que matizar este modelo u otro y entrar en un nuevo modelo porque si no, los sistemas sanitarios no podrán ofrecer a los pacientes toda la innovación que viene. Ni el país más rico del mundo lo podrá sostener. El modelo actual no da para más.