«Vuelve Lasquetty»
Fuente: Marciano Sánchez-Bayle, en Nueva Tribuna
Parece que ya es seguro que Javier Fernández Lasquetty va a ser el nuevo Consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid y se trata de una noticia preocupante para la población madrileña.
El nuevo titular de Hacienda dimitió en 2014 de consejero de Sanidad cuando la Justicia paralizó cautelarmente el proyecto para privatizar totalmente los seis hospitales de la Comunidad de Madrid que se habían construido por el modelo PFI (un modelo de privatización que dejaba en manos privadas a un coste exorbitante solo la parte no sanitaria de los centros), una medida que trató de impulsar el Ejecutivo presidido entonces por Ignacio González, y después de más de 1 año de movilizaciones.
Lasquetty es uno de los hombres del ala dura del PP, implicado en la FAES y de la línea de Aznar y Casado, que ya le había recuperado para ser jefe gabinete, en consonancia con los sectores más ultras de los conservadores
Lasquetty impulso el denominado ‘Plan de medidas de garantía de la sostenibilidad del sistema sanitario público de la Comunidad de Madrid’, presentado en octubre de 2012 que recogía 13 medidas que suponían la mayor agresión a la Sanidad Pública y que en parte consiguió pararse gracias a la amplia movilización ciudadana y profesional y que ya se analizó en otro articulo. consiguiendo un importante fracaso.
De todos modos conviene tener en cuenta que el Plan Lasquetty-González era un intento muy elaborado para desmantelar y privatizar de una manera consistente la Sanidad Pública madrileña, y que respondía a una ideología neoliberal y privatizadora empeñada en desmantelar los servicios públicos, en especial el sanitario.
Lasquetty es uno de los hombres del ala dura del PP, implicado en la FAES y de la línea de Aznar y Casado, que ya le había recuperado para ser jefe gabinete, en consonancia con los sectores más ultras de los conservadores.
Colocar a Lasquetty en Hacienda es dejar claro que la prometida bajada de impuestos prometida por Díaz Ayuso está en la agenda prioritaria del PP madrileño y de sus aliados(Ciudadanos y Vox) y que va llevarse a cabo de forma rápida y con contundencia, porque si algo dejo claro en su trayectoria el ahora consejero de Hacienda es que como dice la ultraderecha actúa “sin complejos”, no retrocede ante las criticas, se empecina hasta el limite para alcanzar los objetivos que se ha propuesto, y además ningunea a sus detractores e interviene con el mayor descaro negando lo evidente y no tiene reparo en descalificar a quienes se le enfrentan (en esto al menos se parece a la nueva presidenta).
Malas noticias para la Sanidad Pública, aunque el resultado dependerá de la capacidad que tengamos todos y todas para enfrentarnos a estas políticas y continuar defendiendo una Sanidad Pública de calidad para toda la población
¿Que repercusiones tendrá para la Sanidad Pública? Probablemente muchas y todas ellas malas, porque la disminución de los ingresos públicos es desde luego un torpedo en la línea de flotación de unos servicios públicos de calidad, ya se sabe que sin ingresos suficientes los servicios públicos se deterioran.
Por otro lado la Sanidad Pública madrileña, crónicamente desfinanciada (para 2019 se aprobaron unos presupuestos por debajo de lo gastado en 2018) se vera aún mas empobrecida y se producirán continuos problemas en materia de personal, porque la reposición de efectivos y las nuevas plazas precisa de una autorización previa de Hacienda. Finalmente la privatización de servicios es previsible que se aumente y que la sistemática derivación de ingresos, consultas y pruebas diagnósticas hacia el sector privado se amplíe de manera continuada, una vez mas en detrimento del sistema sanitario público.
Parece que eso es lo que nos espera una Sanidad más desfinanciada y un impulso a la privatización. Ahora bien, como ya se ha dicho el famoso Plan de Sostenibilidad de 2012se consiguió paralizar por el contundente rechazo social y profesional, en parte fomentado por la actitud intolerante y agresiva del propio Lasquetty que cada vez que intervenía intensificaba las movilizaciones.
En fin, malas noticias para la Sanidad Pública, aunque el resultado dependerá de la capacidad que tengamos todos y todas para enfrentarnos a estas políticas y continuar defendiendo una Sanidad Pública de calidad para toda la población.