Varias asociaciones de la CAPV crearán una nueva federación para la atención pública y digna
Fuente: Ecuador Etxea
Las asociaciones de los tres territorios históricos que venimos trabajando en cada herrialde, Babestu Araba, Babestu Bizkaia, Gipuzkoako Senideak y Irauli Zaintza, hemos acordado constituirnos en federación, con el fin de seguir dando pasos al unísono, en lo que respecta a los cuidados de los mayores. Somos muchos, no solo nuestras organizaciones, los que llevamos mucho tiempo diciendo que el modelo actual de cuidados no sirve y que hay que cambiarlo. En ello llevamos años trabajando, y vamos a seguir, porque las voces que denunciamos la mala calidad de los cuidados y la privatización de los mismos, cada vez somos más.
Analizada la situación de las residencias y de los cuidados, hemos hecho la petición de una reunión a la Consejera de Políticas Sociales, y de tomar parte en los foros que desde el Gobierno Vasco se están creando. Llevamos dos meses conociendo, a través de la prensa, los diferentes órganos y comisiones que están creando tanto las Diputaciones, como el Gobierno Vasco, y en todos ellos se olvidan de las asociaciones de familiares. Eso sí, no se olvidan de las grandes empresas, esas que se están lucrando y no dando servicios de calidad, las cuales les acompañan en sus comparecencias. ¿Por qué no quieren que formemos parte de esos foros? ¿Tal vez porque tenemos muchos datos que demuestran su mal hacer?
Las declaraciones que desde las Diputaciones se vienen haciendo, hace tiempo que pasaron la línea roja. Ante la denuncia de un responsable de Osakidetza, en el parlamento, de que el número de fallecidos en una residencia de Gipuzkoa no era el real, la respuesta de la Diputada de Políticas Sociales de Gipuzkoa fué “que no veía falta de concordancia entre los datos reales y los oficiales”, añadiendo que ” no era nada diferente a lo que había ocurrido en otras residencias”. El Diputado de Acción Social de Bizkaia, ha escondido y manipulado datos de fallecidos por COVID en las residencias. Ha realizado encuestas, según dice, sin que se sepa qué ha preguntado, ni cuántas ni dónde las ha realizado. Eso sí, el resultado que da de las mismas es que los familiares estamos encantados con la gestión. Se felicita a sí mismo por su buen hacer. El diputado de Políticas Sociales de Araba, más de lo mismo. Alardea de la buena gestión en las residencias, del control de las mismas, de las numerosas inspecciones que se han realizado y de que todo estaba perfecto. Siendo la prensa quien ha publicado alguna de esas actas, con graves irregularidades, como una residencia donde una trabajadora contacto directo de positivo estaba trabajando. Contraviniendo los protocolos del Departamento de Salud que decían y dicen que un contacto directo de un positivo tiene que ser aislado. Pero no le pareció tan grave a la Diputación de Araba, porque no ha habido sanción alguna.
Nosotras hemos realizado encuestas en casi un 70% de las residencias de Araba, en un 55% de las de Gipuzkoa, y en un 65% de las de Bizkaia. Los datos resultantes de las mismas son muy clarificadores.
Hace varios meses que las tres diputaciones iniciaron una campaña, muy bien diseñada, y con todos los medios a su alcance, en la que están trasladando que van a cambiar el actual modelo de cuidados y que en las residencias se está, en cuanto a visitas y salidas, volviendo a la normalidad.
Las encuestas realizadas, nos dan los siguientes datos:
ARABA
– En el 40% de las residencias no hay salidas diarias
– En el 98%, las salidas son de una duración (van de 1hora a 2 horas), y las visitas de otra (van de 15″a 2 horas)
– Los horarios de salidas y visitas, tal y como están organizados, hay en un % importante de residencias, que impiden la conciliación de la vida laboral y familiar.
– En el 90% de las residencias no hay información fluida sobre la salud del usuario.
– En un 40% de las residencias no se hace actividad alguna con los usuarios. En un 30 % de las residencias se desconoce si se hace actividad alguna.
– Solo se ha convocado asamblea de familiares en una residencia. Es decir, en el 99% no se convocan.
– La comunicación con los familiares es prácticamente nula. En el 80% de las residencias es casi inexistente, y la poca que hay, se hace a través de WhatsApp y/o email. En la mayoría de los casos son comunicaciones sobre cambio de protocolos y normas.
– En el 99% de las residencias privadas, las auxiliares, las que se deberían encargar del cuidado de los usuarios y usuarias, realizan labores de limpieza de las instalaciones, lavado de ropa, reparto de la misma y emplatado de los menús.
– La movilidad de la plantilla es importante. Siendo alarmante en el 95% de las residencias privadas, donde es raro que una aux. permanezca más de 6 meses.
– El deterioro físico y cognitivo que ha supuesto la pandemia es enorme en la mayoría de los casos.
– Se han dado casos, pocos, pero no por ello menos graves, de residencias donde hasta hace un mes se ha negado el llevar al familiar a la consulta médica de un especialista.
GIPUZKOA
– En un 98% no pueden sustituir las visitas por salidas
– La duración de las salidas varía mucho entre unas residencias y otras. De 1 hora a 2 horas y media
– En el 95% de las residencias no se puede elegir entre mañana y tarde.
– En el 100% de las residencias está prohibida la entrada
– En el 50% no realizan actividades y en un 25% lo desconocen
– La comunicación con la residencia en el 70% de los casos es por WhatsApp
– En el 95% se desconoce si las funciones de las auxiliares son única y exclusivamente las de cuidados.
– En el 100% no se hacen asambleas de familiares
– El deterioro del último año, tanto cognitivo como físico es impresionante.
– En el 50% tienes serios problemas para llevarlos a consultas de especialista
BIZKAIA
– Un 44% de las residencias no tienen salidas diarias. En el 50% pueden elegir entre visita o salida. Al menos en una de las residencias se tuvo que poner una queja para poder realizar salidas diarias.
– La duración de las salidas varía en todas ellas, entre 30’y 2 horas. No siendo en ninguna ilimitada.
– En el 72% no se puede elegir el horario ni la jornada del día para las visitas y salidas. Esto imposibilita la conciliación de la vida familiar y laboral.
– En el 100% de las residencias está prohibido entrar en la habitación del residente.
– Solo una residencia tiene PAI. El 83% no da información, a no ser que se pida expresamente.
– En ninguna residencia se realizan actividades a diario con todos los residentes. En el 39% hacen algún día de la semana alguna actividad, y el 50% desconoce si se realiza actividad alguna.
– La comunicación es prácticamente nula. Siendo llamativo el dato de que en el 39% de las residencias no hay comunicación alguna. En los casos en los que se da la comunicación es para enviar circulares.
– En casi el 20% de las residencias, las auxiliares realizan trabajos de limpieza, lavado. etc. Cabe destacar que en el 50% de las residencias los familiares desconocen las funciones del personal, lo cual hace suponer que el 20% sea mucho mayor.
– En el 78% no se ha hecho nunca asamblea de familiares.
– La movilidad de la plantilla es abrumadora en el 78% de las residencias.
– En el 100% de las residencias el avance del deterioro físico y cognitivo, comparado con periodos similares previos a la pandemia, ha sido alarmante. En varias residencias se han dado casos de desnutrición y deshidratación.
La valoración de las encuestas realizadas en Gipuzkoa, al igual que en Araba y Bizkaia, nos reafirman en que la flexibilización de las medidas restrictivas en las residencias, está muy lejos de ser una realidad. Así como que la calidad de los cuidados no es una de sus virtudes y que los familiares y usuarios son ninguneados sin participación alguna. Se dan incumplimientos de la legalidad en casi el 100% de la residencias. Un ejemplo es que no se respete el derecho de las personas residentes al PAI (Plan de atención individualizada) y a tener designada una persona de referencia. Cabe destacar que el incumplimiento de este derecho está sujeto a sanción.
Los datos de las encuestas hablan por sí solos.