«Las pruebas científicas no suelen ser suficientes para determinar la adecuación de las intervenciones. La incertidumbre inevitable solo puede reducirse compartiendo las decisiones con los enfermos e incorporando sus valores y preferencias. Es necesaria más investigación y que profesionales, gestores, políticos y organizaciones ciudadanas prioricen la reducción de la sobreutilización en medicina. « Fuente: nogracias.eu