Los médicos avalan la sedación paliativa como derecho del paciente y rechazan la objeción de conciencia

Los médicos avalan la sedación paliativa como derecho del paciente y rechazan la objeción de conciencia

Se debe afirmar con claridad que cuando existe una adecuada indicación para la sedación, la objeción de conciencia no tiene cabida, como tampoco sería posible objetar ante cualquier otro tratamiento correctamente indicado. La sedación paliativa, cuando está indicada, es un derecho del paciente y un deber del médico.

Fuente: saludadiario.es   deia.com


El Grupo de Trabajo sobre La Atención Médica al Final de la Vida de la Organización Médica Colegial (OMC) y la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) ha elaborado dos declaraciones que abordan el derecho a la sedación paliativa y la ética de la alimentación y la hidratación al final de la vida. Ambos documentos han sido refrendados por la Asamblea General de la OMC. La sedación paliativa, cuando está indicada, es un derecho del paciente y un deber del médico.

El grupo de Atención al Final de la Vida ha elaborado una declaración sobre El derecho a la sedación paliativa, consciente de que el desarrollo de los cuidados paliativos ha incorporado con normalidad la sedación paliativa a la práctica clínica. Ello ha significado un avance muy importante en la atención a los pacientes al final de la vida.

La sedación es una disminución deliberada de la consciencia del enfermo, una vez obtenido el oportuno consentimiento, mediante la administración de los fármacos indicados y a las dosis proporcionadas, con el objetivo de evitar un sufrimiento insostenible causado por uno o más síntomas refractarios, que son aquellos que no pueden ser adecuadamente controlados con los tratamientos disponibles, aplicados por los médicos expertos, en un plazo de tiempo razonable.

En estos casos, el alivio del sufrimiento del enfermo requiere la sedación paliativa. Se trata de una sedación en la agonía cuando el enfermo se encuentra en sus últimos días u horas de vida. Cuando la sedación está indicada y existe consentimiento, el médico tiene la obligación de aplicarla. Se debe afirmar con claridad que cuando existe una adecuada indicación para la sedación, la objeción de conciencia no tiene cabida, como tampoco sería posible objetar ante cualquier otro tratamiento correctamente indicado.

La diferencia entre la sedación paliativa y la eutanasia es nítida y viene determinada por la intención, el procedimiento y el resultado. En la sedación se busca disminuir el nivel de consciencia, con la dosis mínima necesaria de fármacos, para evitar que el paciente perciba el síntoma refractario. En la eutanasia se busca deliberadamente la muerte anticipada tras la administración de fármacos a dosis letales, para terminar con el sufrimiento del paciente.

Algunas comunidades autónomas han promulgado leyes de derechos y garantías de las personas al final de la vida, que recogen el derecho explícito a la sedación paliativa y establecen el desarrollo de programas estratégicos de cuidados paliativos que deben contemplar la capacitación de los profesionales para la práctica de la sedación paliativa, lo que resulta imprescindible para garantizar el derecho de los pacientes.

En la Declaración se recuerda que la sedación es un recurso terapéutico prescrito por el médico con unos criterios de indicación muy concretos. En estas condiciones, asegura que “la sedación es un derecho del enfermo que, sin embargo, no debe instaurarse para aliviar la pena de los familiares o la carga laboral y la angustia de las personas que lo atienden”.

Concluye que “cuando el médico seda al paciente que se encuentra sufriendo en fase terminal y lo hace con criterios clínicos y éticos, una vez obtenido su consentimiento, no está provocando su muerte; está evitando que sufra mientras llega su muerte, lo cual constituye una buena práctica médica” y añade que “tan grave es abusar de la sedación como no aplicarla cuando es necesaria para un paciente”.


“En la sedación no cabe la objeción de conciencia” (Donostia el XXIV Congreso Nacional de Medicina General y de Familia)

Fuente: deia.com
DONOSTIA- Los expertos en sedación paliativa -la disminución de la conciencia de un enfermo en los días u horas anteriores a la muerte- advirtieron ayer de que los médicos están obligados a realizarla cuando esté indicada y además autorizada por el paciente, con lo que no tiene cabida la objeción de conciencia. Este es el mensaje que los médicos especializados en el área de cuidados paliativos quisieron transmitir a los profesionales de Atención Primaria que celebran en Donostia el XXIV Congreso Nacional de Medicina General y de Familia. Y lo hicieron a través del doctor Jacinto Bátiz, jefe de Cuidados Paliativos del Hospital San Juan de Dios de Santurzi y responsable del grupo de trabajo de Bioética de la Semg.

Bátiz es consciente de que en este campo hay confusión y que “muchos médicos no han querido sedar porque sus ideas no se lo permitían pues pensaban que era como hacer una eutanasia”.

Por eso, los paliativistas quisieron dejar claro que, si se dan los condicionantes necesarios para aplicar la sedación, “se está haciendo una buena práctica medica, no está provocando la muerte”. ¿Y por qué se confunde sedación paliativa con eutanasia? Bátiz responde: “Porque a veces la sedación, en algunos casos, se emplea con intención de acabar con la vida del enfermo. Eso hay que tratar de evitarlo”.

La sedación paliativa en sí es “un tratamiento neutro”, según Bátiz, pero se puede convertir en bueno o malo depende de la intención con que se emplee. Por ejemplo, tal y como argumentó el experto, con un cuchillo podemos cortar jamón y estaremos haciendo un buen empleo del cuchillo, pero si apuñalamos a alguien haremos una mala labor.

Jacinto Bátiz, “Los ciudadanos no tienen que pensar -continuó- que porque les ingresen en la unidad de cuidados paliativos, si les van a sedar, le van a hacer la eutanasia. Y tampoco deben tener la tentación de pedirnos a los médicos que les sedemos porque lo que quieren es acabar ya con su vida”.

A su juicio, hay confusión, pero hay una diferencia muy clara. “La sedación trata de disminuir la conciencia con la dosis mínima de medicación necesaria para aliviar el sufrimiento. Ese tratamiento puede adelantar la muerte, pero no con intención, sino como consecuencia del efecto secundario de la medicación”.

Ese es uno de los idearios de la Ética Médica, según el especialista. “Que si el efecto secundario por dar mas analgesia produce la muerte no es ninguna eutanasia. Es doble efecto o un efecto secundario”. Eso, según subrayó, “no es ninguna eutanasia. La eutanasia es cuando intencionadamente ponemos una medicación para acabar con la vida del paciente”, aclaró. Por eso, por considerarla buena práctica, cuando un médico opta por no aplicarla, “el paciente o la familia la pueden exigir como un derecho”, sentenció. – Efe

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