La captura corporativa de Osakidetza: La progresiva penetración empresarial en el sistema público vasco de salud
Fuente: Autoría: Euskal Herriak Kapitalari Planto! «La captura corporativa de Osakidetza: La progresiva penetración empresarial en el sistema público vasco de salud»
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CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
1. La captura corporativa del sistema público de salud de la CAV es una realidad evidente:
Volumen notable y en expansión de los conciertos sociosanitarios, también en sectores sensibles y especializados como salud mental, cardiopatías, enfermedades renales, oncología, etc; subcontratación masiva de tareas y servicios generales, desde la limpieza y restauración a la planificación estratégica y la digitalización; porcentaje significativo de médicas y médicos que compatibilizan empleo público y privado, difuminando la línea divisoria entre negocio y derecho humano; aumento exponencial del número de seguros privados individuales y colectivos; y proliferación explícita de las puertas giratorias entre cargos públicos y directivos de empresas.
2. La captura corporativa de Osakidetza se sostiene sobre un relato de eficacia y adaptación al envejecimiento de la sociedad, los retos globales de salud y la eficacia de las alianzas público-privadas;
A partir de una base jurídica a escala estatal que favorece su consolidación y ampliación (Ley 15/1997, de 25 de abril); en función de una red amplia de empresas sociosanitarias y de todo tipo con gran peso específico en la matriz económica vasca; y, finalmente, se apuntala sobre un marco político que favorece y alienta la colusión de intereses público-privados.
3..La captura corporativa juega un rol fundamental en el círculo vicioso que une estancamiento de la inversión pública, precarización de servicios, temporalidad e insuficiencia laboral, deterioro en el acceso generalizado y de calidad al derecho a la salud, y crecientes asimetrías de clase, raza y género en el acceso al mismo.
De este modo, las lógicas privatizadoras serían la clave de bóveda de un modelo que apuesta por el estancamiento de la inversión pública y las políticas fiscales regresivas vinculadas a esta, al mismo tiempo que amplían el espacio para la maximización de los beneficios como principio fuerte, lesionando la calidad de los servicios y precarizando las condiciones de los y las trabajadoras, especialmente en los sectores feminizados relacionados con los trabajos de cuidados de la vida. Como resultado, se
naturaliza la sanidad privada y se amplían las desigualdades de todo tipo, reforzando en última instancia la espiral privatizadora.
4. Revertir drásticamente la captura corporativa se convierte, en definitiva, en una prioridad para defender la vigencia del sistema público de salud y su consideración como derecho humano.
En consecuencia, socialmente no sería asumible ningún acuerdo o pacto si no plantea un horizonte de publificación del conjunto de las tareas y servicios de Osakidetza:
Incrementar notablemente la inversión pública; poner coto a las externalizaciones dentro de un horizonte a medio plazo; mejorar la estabilidad laboral y salarial del personal de la sanidad pública y prohibir la compatibilidad de empleo público y privado para los jefes de servicio; evitar las puertas giratorias mediante un control riguroso de los conflictos de intereses; e impulsar, en última instancia, cambios legislativos a todos los niveles que reviertan la captura corporativa actual y defiendan un sistema de salud
Otros documentos de interés sobre el tema:
Captura corporativa de la salud pública.
Rev. Bioética y Derecho no.45 Barcelona 2019. Scielo.es
Resumen
La captura corporativa es el proceso intencionado por el cual las decisiones políticas responden a un interés particular, privado, en detrimento del interés público. El resultado es una regulación injusta o la ausencia de regulación cuando esta es necesaria para la protección del bien común. Cuando las políticas afectan a los determinantes comerciales de la salud (alcohol, tabaco, bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados), hablamos de captura corporativa de la salud pública. Las acciones de captura se dirigen a la sociedad civil, los expertos, los funcionarios de salud pública y los políticos, y pueden ser de tipo material (puertas giratorias), intelectual (distorsión de la ciencia), social (control de la información) y cultural (por identidad de grupo o estatus y relaciones del regulador con representantes de corporaciones privadas). Las estrategias de captura son: 1) sesgar los resultados científicos, 2) crear consumidores precoces, 3) promover buena imagen de las corporaciones, 4) cuestionar la legitimidad y conveniencia de la regulación gubernamental, 5) controlar la formación de los profesionales y 6) presionar a gobiernos y organismos internacionales. Ilustramos este fenómeno con un caso paradigmático de captura corporativa de la salud pública: las políticas nutricionales en España desde la aprobación en 2005 de la «Estrategia para la nutrición, actividad física y prevención de la obesidad (NAOS)», donde parte de la comunidad científica y los propios responsables de esas políticas se han plegado a los intereses de las corporaciones privadas y han incorporado como propio el argumentario de las mismas, convirtiéndose en los voceros de sus intereses.
Conclusión
La razón de ser de la captura corporativa es simple: defender los intereses económicos de grandes corporaciones privadas de las amenazas, en forma de regulaciones, que limiten su capacidad para producir, distribuir y promocionar sus productos a precios asequibles. Sin embargo, opera por medio de un complejo entramado de mecanismos a distintos niveles, infiltrando organizaciones de todo tipo, tanto profesionales como civiles, y haciendo uso de los medios de comunicación de masas para influir sobre todos los agentes involucrados en la toma de decisiones políticas. Las estrategias de captura son con frecuencia de carácter subrepticio y permanecen ocultas al escrutinio público, en los márgenes de la legalidad. Para detectar y prevenir la captura corporativa no basta con evidenciar que las políticas benefician a un interés privado, en detrimento del bien común, sino que es necesario demostrar la existencia de intencionalidad de sus beneficiarios. La investigación ha sacado a la luz las acciones de captura corporativa de las industrias del tabaco y el alcohol, que han conseguido bloquear o retrasar medidas de salud pública que cuentan con amplio apoyo entre la comunidad científica y la ciudadanía. La industria de las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados está utilizando la misma estrategia para anteponer sus intereses económicos al derecho de la población a la protección de la salud mediante una alimentación saludable. En España, la influencia indebida de las industrias alimentaria y de la publicidad ha alcanzado cotas muy altas, capturando a parte de la comunidad científica y, lo que es más grave, a los propios responsables de la AESAN, encargada de las políticas nutricionales, que han incorporado como propio el argumentario de las corporaciones privadas, convirtiéndose en los voceros de sus intereses.