La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) advierte de que deja muchos “problemas pendientes”. Nada menos que diez. Un decálogo de temas por resolver, como que se mantiene “una financiación insuficiente y no finalista que está en el origen de la mayoría” del resto de cuestiones “pendientes”.
Tras esto, este colectivo critica que la Atención Primaria “sigue en un estado lamentable, con un deterioro muy importante y con graves problemas de accesibilidad”. De esta manera, pone como ejemplo el tiempo que tardan muchas personas en lograr ver a su médico: “una demora media de 9,48 días y un 27,2% que recibe cita en 11 o más días, según datos del barómetro Sanitario de octubre”.
En este listado también están unas listas de espera “muy elevadas en atención especializada que coexisten con una continuada disminución de las camas hospitalarias y con unos centros que no han recuperado la actividad asistencial previa a la pandemia”.
La amenaza de la privatización
Asimismo, la FADSP pone el acento en la ola de privatizaciones que amenaza a la sanidad pública y que, según alerta, va en aumento en todas las comunidades. En uno de sus informes de hace unos meses, ya destaca que “la pandemia ha sido aprovechada por varias comunidades autónomas”. “Especialmente, la de Madrid”, que, “en lugar de para reforzar la Sanidad Pública”, lo que ha hecho es “profundizar esta deriva privatizadora del sistema”. Esta región, denuncia el colectivo, se mantiene como la autonomía con mayor grado de privatización de sus servicios sanitarios de España. Y van unos cuantos años.
Un gasto farmacéutico “disparado y creciendo por encima de lo que lo hacen los presupuestos sanitarios”, la “ausencia de universalidad del sistema sanitario” y una Salud Pública que sigue “infradotada e infradesarrollada”, son otros de los problemas a afrontar en el nuevo año.
Además, estas asociaciones en defensa de la sanidad pública lamentan que la Salud Mental, la Salud Sexual y Reproductiva y la Salud Laboral continúen “siendo las grandes cenicientas del sistema sanitario público” y que no haya “mecanismos de participación social y profesional”
Por último, este decálogo concluye con los obstáculos que existen en algunas comunidades autónomas a la hora de cumplir leyes como la eutanasia.
“El tándem PP-Vox”
A todo esto hay que sumar una de las consecuencias de las pasadas elecciones de mayo, apuntan desde la FADSP. Y es la alianza de PP y Vox en varios gobiernos autonómicos. “El tándem PP-Vox no solo no mejorará las cosas”, asegura, “sino que previsiblemente profundizara el deterioro y desmantelamiento de la sanidad pública”.
Algo positivo
“No todo ha sido negativo en este año”, reconoce. En su opinión, “hay dos motivos para tener mejores expectativas en 2024”. “Por un lado, el nuevo equipo del Ministerio de Sanidad -en alusión a la llegada de Mónica García al departamento-, que es probable que realice avances significativas en algunos de los temas señalados, aunque habrá que esperar a ver si se reflejan en los presupuestos las promesas realizadas”.
“Por el otro”, continúa, “las movilizaciones sociales y profesionales que han continuado durante 2023 y que son el contrapeso y el freno a las políticas privatizadoras”.
Desde la FADSP dejan claro que seguirán trabajando “para que el derecho a la protección de la salud se convierta en una realidad palpable lo que precisa una sanidad pública de calidad y suficientemente financiada”.