El «Pacto de Estado por la Sanidad» y las Autonomías
Fuentes: ACTA SANITARIA LUIS XIMÉNEZ — MADRID 21 NOV, 2017 y Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública (FADSP).
El consejero de Salud del Gobierno del País Vasco, Jon Darpón, ha subordinado cualquier pacto de Estado sanitario al respeto competencial y el Estatuto de Gernika, según afirmó en el último encuentro organizado, hasta el momento, por la Asociación Española de Derecho Farmacéutico (ASEDEF), dentro del ciclo ‘El futuro es la innovación. Nuestra contribución al Pacto de Estado’.
Acudió el titular de la cartera sanitaria del Ejecutivo de esta comunidad autónoma a la sede de la Real Academia Nacional de Farmacia (RANF) en una cita que llevó por título ‘Pacto de Estado por la Sanidad, perspectiva desde una Consejería de Salud’, en la que fue recibido por el presidente de la regia institución, Mariano Esteban, cuya voz quebrada por la afonía no restó un ápice al evento. Además, acudieron al mismo la presidenta de la Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO), Regina Revilla; la secretaria general de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN), Margarita Alfonsel; el director del Departamento de Relaciones con las Comunidades Autónomas de Farmaindustria, José Ramón Luis-Yagüe; y el director general de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG), Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda; entre otros.
Elegido sin discusión
Una vez que se declaró firme partidario de lograr un Pacto de Estado por la Sanidad, el expresidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, Mario Mingo, presentó a Jon Darpón y glosó su trayectoria como médico de Familia formado en el extranjero, además de gerente sanitario y político experimentado.
Sobre la elección del máximo responsable de la Administración sanitaria vasca para hablar como representante de las comunidades autónomas en un Estado descentralizado como España, Mario Mingo afirmó que hubo pocas discusiones, no sólo por suponer el PNV una equidistancia entre los principales partidos del país -PP y PSOE-, sino por encarnar un modelo sanitario autonómico “de éxito”. Todo ello al ser la Sanidad vasca un ejemplo de uso eficiente de los recursos y de abordaje de la innovación con actitud proactiva, tal como resumió.
Compromiso de ASEDEF
El presidente de ASEDEF, Mariano Avilés, corroboró las palabras del ‘popular‘ y ratificó la evolución coherente y de progreso desarrollada por la Sanidad vasca en las últimas décadas. También aprovechó la ocasión para emplazar a todos los presentes a la próxima convocatoria del ciclo, que se desarrollará en el mes de diciembre, en una cita en la que la protagonista será la consejera de Economía, Empleo y Hacienda del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Engracia Hidalgo Tena. A ello, añadió que el jueves, 23 de noviembre, también se entregan las distinciones ASEDEF, en las que Acta Sanitaria ha sido elegida como medio de comunicación sanitaria.
Cada uno en su lugar
También estuvo presente la directora general de Farmacia del Ministerio de Sanidad, Encarnación Cruz, para agradecer a la asociación convocante una nueva ocasión para poder tener un debate positivo y reposado sobre la Sanidad, elemento que considera pilar fundamental del Estado del Bienestar.
Por eso, la representante ministerial prometió toda su atención a las palabras de Darpón, como representante de una comunidad autónoma reconocida por su excelente Servicio de Salud y prestaciones asistenciales. También manifestó que tenía seguridad de que sus aportaciones serían valiosas, tanto para su Departamento ministerial, como para el conjunto de la sociedad española, en la que encuadró a los vascos.
Un largo camino
Ya en el uso de la palabra, y con un verbo a veces acerado y otras con alguna retranca, recordó Darpón que el País Vasco fue la primera comunidad autónoma en tener un Servicio de Salud propio, a partir de la Ley 9/1983, y en virtud de las transferencia de las competencias de Sanidad realizadas en 1979, además de las de Agricultura y Trabajo.
Bautizado desde el principio como Osakidetza, Darpón afirmó que desde el principio, el Servicio de Salud del Gobierno Vasco optó por el modelo Beveridge de organización sanitaria, al amparo del citado Estatuto de Gernika. De esta forma, pronto se constituyó en organismo autónomo de la Administración vasca para la integración de todos los recursos asistenciales, con su posterior planificación a través de la Ley de Ordenación Sanitaria de Euskadi de 1997, que conformó al servicio como ente de derecho público.
Principios y estabilidad de proyecto
El consejero de Salud del Gobierno Vasco afirmó que la Sanidad de su región se atiene a los principios de universalidad asistencial, equidad de servicio, solidaridad, participación y, más recientemente, sostenibilidad y transparencia. Se trata de un modelo reconocido por el Barómetro de la guipuzcoana Universidad de Deusto, al que la ciudadanía vasca, y las asociaciones para la defensa de la Sanidad Pública, señalan como el mejor servicio público vasco. Todo ello con valores como una esperanza de vida al nacer de 83,2 años, para los dos sexos, una tasa de enfermedad libre de discapacidad favorable y una tasa de mortalidad infantil inferior a la media europea.
Darpón, que aseveró que los principios rectores de la política sanitaria vasca son asumidos por la sociedad, también considera que la descentralización ha sido y es un motor de progreso. Según su opinión, las transferencias fueron un revulsivo para lograr una gestión más eficaz ysirvieron de inspiración para el Plan 2013-2020, aprobado en la anterior legislatura autonómica. A ello, añadió la estabilidad sanitaria en la Consejería, ya que desde 1980 sólo ha tenido ocho consejeros, capaces de aportar solidez y planificación sostenida en el tiempo.
Por la universalidad
El titular de la cartera sanitaria del Ejecutivo de esta comunidad se mostró partidario de un sistema sanitario universal, equitativo, de calidad y garante de la justicia social, en la línea original de la Ley General de Sanidad 14/1986, su universalidad y su definición de las competencias.
Sin embargo, Darpón lamenta que tuviera que llegar el Real Decreto 16/2012, con una aprobación unilateral, urgente y sin consenso del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), para socavar el principio de universalidad de la asistencia. Todo ello como una vuelta a los conceptos de cotización a la Seguridad Social, asegurados-beneficiarios y cuotas; en un esfuerzo destinado a reducir el déficit del Estado y a mejorar, supuestamente, la sostenibilidad de la Sanidad, lo que se tradujo en una merma de la justicia redistributiva, capaz de compensar con recursos de las clases pudientes a las no pudientes, de los jóvenes a los mayores y de los sanos a los enfermos.
Con y contra el Ministerio
En su relación con la Administración central y el Ministerio de Sanidad, Darpón dio una de cal y otra de arena. Por un lado, estima que la Sanidad vasca demuestra siempre lealtad institucional, como prueba su asistencia disciplinada a los plenos del Consejo Interterritorial del SNS, y por otra, reflexionó sobre la utilidad de ese foro; además de insistir en resaltar la estabilidad del Ejecutivo sanitario vasco, con los ocho consejeros efectivos desde la fundación de Osakidetza, en comparación con los 21 ministros de Sanidad habidos desde 1980.
Darpón considera que la Sanidad ha sido un arma arrojadiza entre los Gobiernos socialistas y ‘populares‘, de forma que el Consejo Interterritorial del SNS ha resultado algo desnaturalizado en su función de defender el interés general, de forma que el Gobierno Vasco tuvo que promulgar el decreto 114/2012 para minimizar copagos frente al RD 16/2012; y el decreto 447/2013, para asumir tratamientos destinados a pensionistas, inmigrantes irregulares y personas dependientes de rentas mínimas, por debajo de 18.000 euros.
De igual modo, el consejero vasco confirmó que el Gobierno al que representa mantiene su recurso ante el Tribunal Constitucional, frente a la Administración central y que su Consejería se opone con firmeza a cualquier modificación del Consejo Interterritorial del SNS que suponga una recentralización de la Sanidad.
Para que todo no fueran críticas para la Administración sanitaria nacional, Darpón elogió el Plan Nacional de la Hepatitis C, que en el País Vasco pudo dedicar 72 millones de euros a tratar la enfermedad, desde enero de 2017. Al mismo tiempo, animó al equipo de Encarnación Cruz para que el Instituto de Salud Carlos III se transforme en una agencia estatal de evaluación tecnológica sanitaria, en línea con el NICE británico.
e la Sanidad es costosa, porque nada es gratis, como que también es necesaria una financiación indispensable, aunque todo no se resuelva con dinero. Con ello, deseó volver algún día al escenario previo a 2013, cuando aún estaban vigentes los fondos de Garantía Asistencial (FOGA) y de Cohesión Sanitaria, lo que genera conflictos entre regiones, especialmente limítrofes, para las que propuso establecer unas tarifas acordadas.
Darpón se mostró partidario de tener una financiación no finalista, pero sí suficiente. Para ello, el Gobierno Vasco, dentro de su Concierto, destina uno de cada tres euros a la salud de sus ciudadanos, con una asignación por persona de 1.663 euros al año. Todo ello en la convicción de que la inversión en salud siempre ofrece beneficios, aunque a unos costes cada vez más altos.
En cuanto a la finaciación de la innovación terapéutica, el consejero vasco apeló a la sensatez de la industria farmacéutica, ya que no se explica, por ejemplo, que en sólo 24 meses los antivirales de acción directa para el virus de la hepatitis C pasarán de costar 50.000 a 11.000 euros por tratamiento.
Farmacia y hospitales
Darpón expresó su apoyo al modelo español de Farmacia Comunitaria, por ser el mayor factor de integración en su Servicio de Salud, con programas de éxito en el País Vasco, como los test de VIH e intercambio de jeringuillas en toxicomanías, además de las dosis unitarias para uso en los hogares o el control en botica de pacientes polimedicados.
Dentro de los presupuestos autonómicos, el titular de la Administración de Salud de su comunidad cifró en 811 millones de euros los destinados a Farmacia, el 22,4 por ciento del presupuesto del Departamento de Salud, en el que los gastos en cáncer y otras áreas terapéuticas aumentan el gasto hospitalario entre un 4 y un 6 por ciento.
Cuidar al profesional
También se acordó Darpón de los profesionales sanitarios del País Vasco, de los que dijo que en su mayoría tienen contrato estable, gracias a las Ofertas Públicas de Empleo (OPE) que se hace cada legislatura, aunque no ocultó que existe un problema en el horizonte, porque su edad media está en los 52 años y llegarán las previsibles jubilaciones. Por esta razón, pidió más egresados de las universidades, pero acompasados a las plazas MIR disponibles. En cuanto a los salarios de dichos profesionales, informó de que consumen el 62 por ciento del presupuesto sanitario.
Datos asistenciales
En términos de envejecimiento poblacional, Darpón explicó que los pacientes polimedicados son el 6 por ciento de los vascos, pacientes que toman una media de 10 medicamentos al día, por lo que la lucha contra las listas de espera son una prioridad, como demuestran los 30 días como máximo hasta realizar las cirugías de Oncología.
En espera del Pacto
Para concluir, Darpón se mostró partidario de lograr un pacto sanitario, beneficioso y positivo, pero con pleno respeto a las competencias y el Estatuto vasco. Este acuerdo de Estado debe estar asentado en los principios de la universalidad asistencial, la descentralización administrativa y el respeto a las competencias autonómicas, aunque no aportó soluciones concretas, al recurrir al aforismo del ‘consejos vendo, pero para mí no tengo’. Es decir, sí a un Pacto de Estado por la Sanidad, con condiciones, pero sin soluciones.
LA FADSP ANTE EL LLAMADO “PACTO POR LA SANIDAD”
La Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanida Pública (FADSP) hace un llamamiento a todas las organizaciones sociales, sindicatos, organizaciones de profesionales, sanitarios y partidos progresistas, para construir una amplia alianza social-profesional que defienda la sanidad pública y denuncie y se enfrente a las políticas privatizadoras.
La petición de la FADSP se enmarca como respuesta al ‘Pacto en defensa de la sanidad privada española’ que asegura que la solvencia y la sostenibilidad del sistema sanitario español “está en peligro”.
La CEOE considera que la sanidad privada está estigmatizada “presentándola como enemiga de la sanidad pública”. Sin embargo, según la patronal, la sanidad privada y los acuerdos de colaboración público-privada ayudan a ‘descongestionar’ el sistema público de salud.
Por eso ha decidido fortalecer un ‘lobby’ (grupos de presión) que defienda los intereses de la sanidad privada e impida la reversión de las privatizaciones llevadas a cabo durante la crisis económica. Durante el documento que explica el pacto, la CEOE traslada una serie de razonamientos que explican su posición. Razones que los defensores de la sanidad pública tratan de desmontar.
Tres razones para ‘desmontar’ el Pacto
1. “Facilitar los seguros privados con rebajes fiscales supondría una descapitalización de la sanidad pública que se financia con los impuestos pagados por todos los españoles y un aumento de la desigualdad ya que solo beneficiaría a los sectores sociales con mayor capacidad económica que son los que pueden permitirse el lujo de contratar pólizas de seguros privados”, asegura la FADSP.
2. “ Defender y potenciar la llamada Colaboración Público Privada para construir y gestionar centros sanitarios con el argumento de que permitiría que las administraciones sanitarias ahorren recursos es una absoluta falacia, dado que le experiencia nacional e internacional ha puesto en evidencia que multiplican por más de 7 el coste real de los centros y servicios (los hospitales CPP de la Comunidad Valenciana han sido una de las principales causas del endeudamiento brutal de esta Comunidad según el Tribunal de Cuentas y el gobierno conservador del Reino Unido ha anunciado que renuncia a este modelo por sus enormes sobrecostes).
Estos centros CPP tienen menos recursos y concentran su actividad en las áreas de mayores beneficios empresariales y por otro lado son un foco de irregularidades y corrupción”.
3. Realizar una ranking de hospitales en función de sus resultados sería un engaño que solo beneficiaría a los centros privados ya que estos se centran en actividades asistenciales más rentables para sus cuentas de resultados, mientras que los hospitales públicos deben atender todas la patologías, especialmente las más costosas y complejas, para garantizar la atención de salud a todos los ciudadanos.