El imperio del dolor
Fuente: Reseña del libro «El imperio del dolor», de Patrick Radden Keefe
El retrato demoledor de una dinastía cuya fortuna se construyó gracias a Valium y cuya reputación fue destruida por OxyContin.
El apellido Sackler adorna los muros de las instituciones más distinguidas: Harvard, el Metropolitan, Oxford, el Louvre# Es una de las familias más ricas del mundo, benefactora de las artes y las ciencias. El origen de su patrimonio siempre fue dudoso, hasta que salió a la luz que lo habían multiplicado gracias a OxyContin, un potente analgésico que catalizó la crisis de los opioides en Estados Unidos.
El imperio del dolor empieza en la Gran Depresión, con la historia de tres hermanos dedicados a la medicina: Raymond, Mortimer y el infatigable Arthur Sackler, dotado de una visión especial para la publicidad y el marketing. Años después, contribuyó a la primera fortuna familiar ideando la estrategia comercial de Valium, un revolucionario tranquilizante, para una gran farmacéutica.
Tras unas décadas fue Richard Sackler, el hijo de Raymond, quien pasó a dirigir los negocios del clan, incluida Purdue Pharma, su propia empresa fabricante de medicamentos. Basándose en las tácticas agresivas de su tío Arthur para vender el Valium, lanzó un fármaco que había de ser definitivo: OxyContin. Con él ganaron miles de millones de dólares, pero terminaría por arruinar su reputación.
Desde 2017, Patrick Radden Keefe ha investigado los secretos de la dinastía Sackler: las complicadas relaciones familiares, los flujos de dinero, sus dudosas prácticas corporativas# El resultado es una bomba periodística que relata el auge y declive de una de las grandes familias americanas y su oscuro emporio de la salud.
Purdue Pharma hizo una fortuna que se contaba por miles de millones de dólares gracias al OxyContin, un potente analgésico que provocó una epidemia de adictos al opiáceo cuyos efectos son comparables a la heroína. Desde el lanzamiento de este fármaco concebido para aliviar el dolor, en 1995, alrededor de 450.000 personas han fallecido por sobredosis relacionadas con la oxicodona, convirtiéndose en la primera causa de muerte accidental.