Editorial : Huelga mundial por el Clima, por Mario Fernández (Osalde)

El pasado 15 de marzo salieron a la calle decenas de miles de jóvenes de todo el mundo para transmitir un mensaje claro a los dirigentes mundiales: “actúen ya para salvar nuestro planeta y nuestro futuro de la emergencia del clima”.

Ahora se reclama  con el llamamiento a la Huelga por el Clima a nivel mundial el próximo 27 de  Septiembre, que se declare ya la emergencia climática y se tomen de manera inmediata las medidas concretas necesarias para reducir a cero las emisiones  de gases de efecto invernadero y evitar que la temperatura  global se eleve por encima de + 1´5  ºC, reduciendo con carácter urgente las emisiones de CO2.

Para ello se considera necesario un  nuevo modelo socioeconómico que no comprometa la supervivencia. La crisis climática, consecuencia directa del modelo de producción extractivista, basada principalmente en el uso de combustibles fósiles y del consumo globalizado actual, pone en riesgo la supervivencia humana y la de un gran número de especies y ecosistemas, afectando especialmente a las poblaciones más empobrecidas y vulnerables.

Los países ricos y quienes nos gobiernan son perfectamente conscientes del problema: en su discurso siempre está la sostenibilidad, la energía verde, el respeto al medio ambiente, etc, pero en su boca estos conceptos no son más que “palabras huecas para la galería”, que utilizan como lavado de cara. Lo que en realidad siguen promoviendo es el consumismo, el derroche energético, el enriquecimiento rápido a consta de lo que sea y de quienes sea.

Siguen promoviendo el mismo modelo económico y social insostenible, causante del calentamiento global y del cambio climático porque les proporciona beneficios a los que no quieren renunciar y así promueven ahora la alta velocidad, las autovías y el coche eléctrico individual, las incineradoras, la agricultura y ganadería intensivas, el monocultivo, etc.

Tal como dice la capitana del Sea Watch, la alemana Carola Rackete, “las personas que viven  en los sitios del planeta con menos ventajas, que son quienes menos han contribuido a la crisis climática, son las primeras en sufrir  los efectos del colapso climático y cada vez más personas tendrán que migrar para sobrevivir a la crisis climática.”

Pero los países ricos  causantes de dicha crisis, en lugar de ayudar a estas personas las condenan a morir en su intento, tratando incluso de impedir su rescate en el Mediterráneo, la frontera con más muertes del mundo.  Estos mismos países ricos, culpables del daño que se está haciendo al planeta, no dejan de manifestar hostilidad contra quienes huyen de la sequía y la escasez de agua, de las cosechas fallidas y la hambruna,  de los incendios y las inundaciones.

Como recuerda Ecologistas en Acción: “No responder con suficiente rapidez y contundencia a la emergencia climática, ecológica y civilizatoria supondrá la muerte y el aumento de la pobreza extrema para millones de personas, además de la extinción de muchas especies e, incluso, de ecosistemas completos.”

Efectivamente el cambio climático constituye la mayor amenaza medioambiental a que se enfrenta la humanidad y los impactos económicos y sociales serán cada vez más graves: los daños en las cosechas, los fenómenos meteorológicos extremos con huracanes e inundaciones como los que hemos visto recientemente y los daños para la salud que conllevan no dejarán de ir en aumento si no se actúa ya.

El cambio climático según previsiones de la OMS puede causar anualmente unas 250.000 muertes adicionales en los próximos 30 años por desnutrición infantil, paludismo, diarrea y golpes de calor. Aumentarán las muertes  por malnutrición y  desnutrición, que ya causan hoy más de 3 millones de defunciones anuales y en los próximos 50 años podrían verse obligadas a migrar por razones climáticas hasta 1.000 millones de personas.

Para exigir, frente a todo ello, una actuación inmediata a los dirigentes mundiales, se han sumado ya al llamamiento por una acción global más de 300 organizaciones a nivel  del estado español, adhiriéndose al manifiesto en defensa del futuro, de un planeta vivo y de un mundo justo, en un gran grito común.

Huelga por el Clima a nivel mundial el próximo 27 de Septiembre