Editorial : Los Jefes de Servicio en los Hospitales de Osakidetza. Es necesaria una evaluación

Editorial : Los Jefes de Servicio en los Hospitales de Osakidetza. Es necesaria una evaluación

por Juan Luis Uría (Junta Directiva de Osalde)

Hace unos meses saltó a los medios de comunicación la denuncia presentada por varios médicos especialistas de Osakidetza de que en la OPE (Oferta Pública de Empleo) 2016-2017 se habían producido filtraciones de exámenes en varias especialidades, llegando los Sindicatos y varias organizaciones profesionales a cuantificar hasta 20 Jefes de Servicio de otras tantas especialidades médicas  y médico-quirúrgicas los implicados en estos fraudes, con una evidencia relevante de que así había ocurrido. La OPE se convocó para 3.325 plazas y en los tribunales participaron más de 1.000 profesionales de Osakidetza.

Hoy es la Fiscalía la que está investigando este proceso de fraudes en los exámenes, y una Comisión en el Parlamento Vasco la que está analizando nuevas posibles formas de OPE, distintas a las conocidas hasta ahora,  donde se garanticen los principios de igualdad, capacidad y mérito en el acceso a un puesto público de la administración vasca.

Esta situación, grave en si misma, se ha llevado por delante, hasta la fecha, al Consejero de salud, Jon Darpon, a la Directora General de Osakidetza, Mª Jesus Múgica, al Director de RRHH, Juan Carlos Soto, y al Subdirector de RRHH, Xabier Balerdi. A ningún Jefe de Servicio, ninguno ha sido cesado o ha dimitido, hasta el momento.

A finales de marzo salió en los medios de comunicación un comunicado de un denominado “Foro de especialistas” de Osakidetza, que pedían “respeto y presunción de inocencia para los médicos acusados de fraude en la OPE”. La fiscal superior del País Vasco, Carmen Adán, acusa, al menos a tres especialistas de Osakidetza, los tres Jefes de Servicio,  de “filtración de secretos por funcionario público”, que podrían ser castigados con tres años de prisión.

No solo es un problema de ética profesional.

Este proceso de las “OPEs fraudulentas” invita a una reflexión sobre cómo está distribuido el poder en los hospitales de Osakidetza (aunque no solo de Osakidetza), cómo se toman decisiones y cual es el nivel de confusión que existe entre el liderazgo clínico y científico-técnico o de gestión de los Servicios, y el compartir decisiones sobre el funcionamiento de los equipos profesionales y las actividades clínicas en los servicios hospitalarios.

El Ex consejero dimitido no ha entrado en estos temas. Son temas resbaladizos.

Cómo se organizan equipos profesionales con conocimiento compartido, cómo se comparten las culturas médicas y quirúrgicas en cada servicio entre los profesionales, cómo se organizan de forma sostenible procesos de conocimiento científico en los equipos de profesionales en nuestros hospitales, cómo se actualizan en los equipos, los conocimientos técnicos, la investigación, los procesos diagnósticos y terapéuticos en cada especialidad y en cada super especialidad., son temas difíciles de hincar el diente, sobre todo cuando las OPE se demoran, 5, 8 o 10 años y el número de profesionales con puestos de carácter interino o eventual en importante. La incentivación brilla por su ausencia y entran en juego componendas, favoritismos y corruptelas que se amparan en la necesaria cohesión de los equipos de trabajo.

En los 10 Hospitales de agudos de Osakidetza hay unos 163 Jefes de Servicio, aproximadamente un tercio compatibiliza su trabajo en el sector Público con el trabajo, con el mismo trabajo, en el sector Privado. No se aplica ninguna Ley de Incompatibilidades. Más de la mitad, 108 Jefes de Servicio, “tienen una antigüedad en dicho puesto de 4 años o más”. Hace más de 4 años que no se realiza ninguna evaluación o Auditoria acerca de la calidad del trabajo realizado por los Jefes de Servicio en los hospitales de Osakidetza.  Ahora es un buen momento para ello. Es simplemente necesario.

El Decreto 100/2018 de 3 de julio, de las organizaciones sanitarias integradas del ente público Osakidetza- Servicio Vasco de salud, publicado el 11 /7/2018, en su Artículo 34, en relación con las Jefaturas de Servicio, se explican los procesos de nombramiento, y en el Articulo 35, los procesos de Evaluación, cada periodo de  4 años. Precisamente en la Disposición Transitoria Segunda, se habla del carácter transitorio de Jefaturas de Servicios y Unidades, hasta la necesaria Evaluación.

Es, pues, tiempo de tomar decisiones, no solo en el ámbito de la Fiscalía sino en el ámbito de la organización interna de Osakidetza.

La distribución del poder es fundamental conocerla, diagnosticarla y controlarla en el conjunto de la estructura hospitalaria. Los contrario no solo podría dar lugar a corruptelas y a problemas de comportamiento ético (en ocasiones normalizado), sino a decisiones que podrían afectar directamente a la salud de los pacientes, como gastos innecesarios, usos inapropiados de tecnologías, listas de esperas artificiales, parasitismo del sector privado, medicalización excesiva, fisuras o rupturas en los procesos de integración con la Atención Primaria desde la atención hospitalaria, encarecimiento de los procesos de atención a las enfermedades., desprestigio del sector público de la atención sanitaria..,

Se debe aplicar la Ley de Incompatibilidades en los cargos directivos y por supuesto en las Plazas de Jefatura de Servicio. La incorporación de nuevas plazas como resultado de la OPE 2016-2017 puede ser una buena oportunidad. Asimismo, la evaluación que se realice sobre la calidad y los resultados del trabajo de los y las Jefas de servicio, también puede ser una buena oportunidad para ello.

Realmente, las crisis, esta crisis, pueden ser puertas a una mayor transparencia y democracia en Osakidetza, en sus Hospitales y en el funcionamiento de los Servicios Hospitalarios. Una buena oportunidad de repensar la ética de nuestra actividad profesional a todos los efectos, y dimensionarla adecuadamente, y una buena oportunidad, en fin, de modificar las estructuras de poder en el hospital y establecer los mecanismos de control democráticos suficientes.

No pocos profesionales de Osakidetza que son Jefes de Servicio, son profesionales excelentes, tienen un comportamiento ético y democrático en la forma de organizar su liderazgo clínico, científico-técnico y de gestión de los recursos de los Servicios que son Jefes, que son líderes reconocidos. La mayoría se esmeran, en un ambiente excesivamente burocratizado, para dar mejor atención sanitaria y prestaciones a sus pacientes cada día.

No pocos profesionales en Osakidetza, con plaza de Jefes de Servicio, tienen una actitud de servicio y de compromiso con los pacientes, siendo conscientes de su responsabilidad médica y social.

No puede ser que los que están lejos de cualquier comportamiento ético y demuestren una clara falta de compromiso social, perjudiquen la mejor imagen de Osakidetza que son, precisamente sus profesionales, sus trabajadores.

 

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