Alimentación saludable, planeta saludable
Fuente: greenpeace.org / prensalibre.com «Menos carne y lácteos es mucho más. Es un mejor clima, mejor preservación de los bosques y la biodiversidad, más y mejor agua, más alimentos para más personas, más bienestar para los animales y también y muy importante mejor salud (…) La ganadería extensiva es el principal factor de deforestación en el Amazonas. Un poco más del 65% de la tierra deforestada ahora es ocupada por tierra de pastoreo»
El brote de listeriosis humana a partir de productos cárnicos industriales es un problema más de la masiva producción y consumo de productos cárnicos y lácteos frente a los de origen vegetal. La Organización Mundial de la Salud recomienda reducir la alimentación cárnica como base de una alimentación saludable.
OMS: Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios. Actualmente, las personas consumen más alimentos hipercalóricos, grasas, azúcares libres y sal/sodio; por otra parte, muchas personas no comen suficientes frutas, verduras y fibra dietética, como por ejemplo cereales integrales.
Además de la alimentación de la humanidad hay que considerar la salud del planeta habitable, gravemente amenazado por la deforestación (como en la selva amazonica) y las emisiones de gases. Greenpeace ha lanzado una campaña mundial que marca un objetivo muy ambicioso pero muy necesario:
reducir el consumo y la producción de carne y lácteos a nivel global en un 50% para 2050, lo que supondría un consumo medio mundial de 300 g semanales de carne (16 kg por persona y año) y 630 g de lácteos (33 kg por persona y año).
(…) Proponen una reducción gradual de alimentos de origen animal incrementando los de origen vegetal y si se comen alimentos de origen animal de vez en cuando, la mejor opción es que provenga de la ganadería ecológica y local.
(…) Más que nunca estamos llamados a cambiar nuestro estilo de vida y la alimentación es una parte fundamental del nuevo camino.
(…) transformar el modelo predominante y adoptar una dieta donde predominen los alimentos de origen vegetal, ecológicos y locales puede tener efectos muy positivos sobre la salud del planeta y la nuestra.
(…) reducir un 50% el consumo y producción de carne y lácteos supondría una reducción del 64% de la emisión de gases de efecto invernadero en 2050 del sector agrícola, reducir el riesgo de extinción estimado para 2060 para aves y mamíferos de mediano y gran tamaño entre un 20 y un 40%.
Permitiría también destinar muchísimas más tierras a producir alimentos para las personas, reducir la importante huella hídrica del sector agrícola y mejorar la calidad de las aguas.
(…) Una dieta con menos carne y más alimentos de origen vegetal podría evitar al año en 2050 unos 5 millones de muertes.
Greenpeace pide a todos los Gobiernos que pongan fin a las políticas que apoyan la producción industrial de carne y lácteos y, en su lugar, apoyen al sector agrícola a transitar hacía la producción ecológica. (…) También hacen un llamamiento a las personas de todo el mundo para que se unan al movimiento para reducir el consumo de carne y lácteos.
Al hilo de esta recomendación de Greenpeace, hay que destacar que estamos ante una ganadería extensiva que es el principal factor de deforestación en el Amazonas y de la ola de incendios de la selva. (…) Una selva tropical generalmente no es inflamable porque es muy húmeda. Los miles de incendios en Amazonas (…) son principalmente incendios de vegetación y ramaje en zonas despejadas por la deforestación (…) para la industria maderera, para crear tierras cultivables y para otras actividades humanas. (…) Un poco más del 65% de la tierra deforestada ahora es ocupada por tierra de pastoreo. Brasil es el mayor exportador mundial de carne de res. Sus exportaciones de carne alcanzaron un récord de 1,64 millones de toneladas en 2018, según la brasileña Asociación de Industrias de Exportación de Carne. (…) Las actividades agrícolas representan alrededor de 6,5% de la superficie deforestada. Brasil, que ya era el mayor exportador de soja del mundo, alcanzó un nivel récord de
El uso que hacen los humanos del fuego para manejar las tierras explica el número astronómico de incendios registrados por las autoridades brasileñas desde enero: más de 75.000.
España ya produce más del triple de carne de la que consume. La ganadería industrial dispara la producción de animales de abasto por encima de los siete millones de toneladas mientras el consumo interno se debilita paulatinamente y apenas alcanza ya los 2,2 millones al cabo del año según indica la Encuesta de Condiciones de Vida, que revela un notable cambio de los hábitos alimenticios del país que coincide, temporalmente, con la recuperación de las variables macroeconómicas.
(…) Esa intensa producción ganadera, que en el caso del porcino ha generado protestas en buena parte de la España vacía por la proliferación de las macrogranjas, está ahondando la profunda huella ecológica que ya dejaba el sector, uno de los que siguen aumentando la emisión de gases de efecto invernadero, debido principalmente al aumento de la cabaña de vacuno de carne (+2,7%) y de porcino blanco (+3,8%).
También está creciendo la generación de nitrógeno, que se localiza en el estiércol y los purines y cuyo exceso está provocando el deterioro de ríos y acuíferos en varias zonas del país por la presencia de nitratos, y aumentando la demanda de agua.
En resumen, podemos citar las cinco razones para consumir menos carne que destaca y explica Greenpeace (ver aqui):
2. Para frenar el cambio climático
3. Para conservar la tierra para alimentar al mundo
4. Para proteger la biodiversidad
5. Para proteger los suelos y el agua