Editorial: «La verdad-verdadera»
Sobre PARTICIPACION CIUDADANA y profesional en el sistema de salud y su impacto sobre LA SEGURIDAD en salud.
Por Itziar Cabieces, psicóloga clínica. De la Junta Directiva de Osalde.
“¿Qué hace que una afirmación sea verdadera?”
Para un análisis riguroso: ¿se corresponde con una realidad independiente y objetiva, completamente independiente de nosotros y que no depende de lo que creamos o dejemos de creer?… O ¿es verdadera porque es coherente con una colección amplia de creencias?
Parece que el pensamiento científico apoya esta opción: «La verdad es verdadera cuanto más se construye sobre una amplia colección de creencias«. (Cuadernos de la Cátedra de Cultura ciéntifica. EHU/UPV)
La población de un municipio nos consulta sobre el déficit en la participación ciudadana y reflexionamos en busca de cuotas de verdad, a partir de los datos disponibles en la literatura sanitaria porque intentamos contenga una amplia «colección de creencias»:
-Desde el centro actual del sistema, que es el «enfoque profesional»:
...una buena capacidad comunicativa, una adecuada actitud de comprensión del otro y un sólido conocimiento de los factores sociales y culturales son imprescindibles (Juan Simó, Profesional de Atención de Primaria, invitado a una conferencia estos días, por las cualidades de sus enfoques).
-Desde el nuevo centro, la «tutela compartida» con la ciudadanía, en la organización sanitaria (tan acostumbrada pensar en salud, atender, educar, acompañar la enfermedad y a la persona enferma, como en forma monomarental») Osakidetza da a conocer:
Hace unos años: «En cuanto a la comunicación con el paciente, es necesario considerar que la información debe transmitirse de forma adecuada y adaptada a las características y necesidades de cada persona, lo que requiere un esfuerzo adicional por parte de los profesionales». La propuesta pone el acento en la importancia de cada persona que consulta en salud, un nuevo valor como esfuerzo de personalización de la Atención, pero pensando en el cambio profesional.
Ahora ya, en 2018, Osakidetza nos propone:
«Asistimos actualmente a un cambio de modelo, en el que la relación profesional-paciente se está reequilibrando de tal modo que el paciente está dejando de ser un mero receptor de las indicaciones y los cuidados parcelados o fragmentados, para asumir un papel más activo en la toma de decisiones y en la priorización de las intervenciones necesarias para la recuperación de su estado de salud».
Se sigue hablando a pesar de toda esa voluntad de cambio, de la comunidad de pacientes. Sí, pero tomada de persona a persona.
Los avances democráticos desde hoy nos llevan a “El Libro blanco de democracia y participación ciudadana para Euskadi», proponiendo la participación de la ciudadanía en el diseño de los servicios públicos, con el objetivo de operativizar, ajustar y mejorar los mismos». Aquí el enfoque parece que es la agencia colectiva sobre lo colectivo, organización incluída:
«Además de remarcar la importancia de la cooperación entre las instituciones públicas y todos los sectores de la ciudadanía en la consolidación de un sistema sanitario de calidad que apueste por la prevención y fomente una cultura de salud, propone que se impulsen iniciativas para concienciar sobre la importancia del liderazgo de las personas en su propia salud».
Ya «la custodia compartida» planea, al menos en el marco de la cultura sanitaria, sobre la simetría entre la institución de gobierno sanitario y la propietaria de la institución, la ciudadanía.
– Las sociedades sobre calidad asistencial que elaboran para los distintos departamentos de Salud aportan sus «creencias» eligiendo una como ejemplo:
«Sólo pacientes y ciudadanos bien informados y empoderados pueden contribuir activamente en la mejora de la comunicación y en los resultados en salud» (Sergas 2014). PERO se refieren a: medicación correcta– proceso quirúrgico– identificación correcta–la higiene de manos.
– ¿Qué dice una agencia internacional de evaluación y acreditación de organizaciones, la Joint Commission International (JCI) Accreditation Standards for Ambulatory Care? (segunda agencia de acreditación sanitaria mundial «se cree») por delante de la EFQM -cuyos criterios se aplican en nuestro sistema:
«En cuanto a la comunicación con el paciente, la Joint Commission International (JCI) Accreditation Standards for Ambulatory Care, 2nd Edition. 2009. valora: «la comunicación y la formación de las personas profesionales, dos condiciones presentes en los principales factores de riesgo en salud».
La comunicación entre profesionales, pero inequívocamente entre profesionales y personas usuarias, dando paso a una mayor centralidad a lo que puede aportar el sector de pacientes. Hace ya diez años, en relación con esa participación ciudadana, la Joint Commission International (JCI), desarrollaba su programa “HABLE”( traducid0), donde se URGE a los pacientes a tomar un papel activo en la prevención de errores, la seguridad en la atención sanitaria.Y donde se incide en el “coste de la no seguridad”. Esta importancia, por cierto, incluso económica, del «coste de la no seguridad» ha quedado reflejado en múltiples estudios y en documentos del propio Ministerio de Sanidad durante estos años.
La seguridad de los pacientes ha sido el toque de atención para su inclusión.
Y desde 2002, y particularmente 2006, esta SEGURIDAD forma parte del «sentido y sensibilidad» además de la indicación de alerta y compromiso mundial ,a través de la OMS .sobre la seguridad en la atención sanitaria.
Acerca de la Joint Commission International (JCI) Accreditation Standards for Ambulatory Care, observamos que en 2009 incidió sobre las líneas estratégicas a seguir en cuanto a seguridad. Por ejemplo:
«nº10. punto 9 incluye Seguridad en procesos asistenciales críticos y de riesgo.9. Seguridad en Salud Mental. Estrategia 9 – Comunicación y continuidad asistencial 9.1.1.1 y 9.1.2.1. 10.9.1.1. un mapa de riesgos de los procesos en la unidad de Salud Mental-
Y dos indicadores:
– «Porcentaje de pacientes que manifiestan que los profesionales que les han atendido se les han presentado»
– «Porcentaje de pacientes que refieren estar satisfechos con la información recibida».
(Saque cada cual conclusiones sobre la distancia a que nos encontramos de la seguridad, en la atención a la salud mental, pero también en cuanto a la comunicación y la cultura formativa de profesionales)
Esta Agencia internacional indica:
Estrategia 12 – Seguridad en los cuidados y procedimientos técnicos de diagnóstico y tratamiento:»El centro tiene identificados y gestiona los riesgos de los procedimientos técnicos relacionados con la inserción, cuidados y mantenimiento de dispositivos invasivos, como: catéteres, sondas, cánulas, drenajes y otros.
No hay referencia a los no técnicos- no físicos, ni a los técnicos de intervención no-corporal.
Proponen una cuestión interesante: el sistema «poka-yoke» que parece una sonoridad chistosa pero se refiere a sistemas a prueba de error, donde la rutina de aplicación temporal propuesta es cada dos años.
–Toda Europa, en este tiempo se preocupa en dirigir sus metas hacia algún cambio, encontramos innumerables documentos.
-Osakidetza parece disponerse también y trabaja sobre estos aspectos en los últimos años:
«En Euskadi existe una trayectoria previa de trabajo bien consolidada en diferentes áreas como pueden ser: – La prevención y el control de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (plan INOZ) – La seguridad transfusional – Las buenas prácticas en determinados cuidados de enfermería – La protección radiológica» . Seguimos en la corporalidad corporal, no incluye lo mental
Objetivos que se incorporan , en estos años ,tambien: Cirugía . Proceso asistencial gestación-parto-puerperio. Notificación y Aprendizaje en Seguridad del Paciente .Administración de la medicación. Identificación inequívoca de los pacientes. Infecciones del tracto urinario asociadas a catéter urinario. Las IRAS del sistema.
– personas profanas abstenerse de entusiasmarse con que las IRAS de la población o de las gentes sanitarias, en relación con la organización de la asistencia sanitaria, se registren más allá de la intervención sobre ciertos órganos corporales-
Decreto 147/2015, de 21 de julio, por el que se aprueba la Declaración sobre Derechos y Deberes de las personas en el sistema sanitario de Euskadi, en cuyo artículo 4 se incluye el “derecho a la seguridad clínica y la necesidad de disponer de los mecanismos adecuados de detección y prevención de riesgos que conlleva la atención sanitaria.
Decreto 78/2016, de 17 de mayo, sobre las medidas de seguridad de los pacientes atendidos en los centros y servicios sanitarios ubicados en Euskadi.
Encontramos ,por fin, en la actualidad la «Implicación del paciente en la seguridad de la atención sanitaria».
Y «como Objetivos específicos:1. Promover una cultura de Seguridad integral en Osakidetza. 2. Consolidar el modelo de participación de los profesionales. 3. Potenciar los aspectos de comunicación y de coordinación con un enfoque de mejora de la Seguridad del Paciente.
«Se está empezando a reflexionar sobre la conveniencia de extender la Seguridad del Paciente a la asistencia domiciliaria, de forma añadida y complementaria a los avances realizados en Seguridad en los centros hospitalarios y de Atención Primaria. Y, por otro lado, se habla de reconsiderar la Seguridad del Paciente teniendo en cuenta la perspectiva de los pacientes».
Respecto al funcionamiento expreso de Osakidetza podemos «creer» que, derivado de nuestra cultura sanitaria, con tanta incidencia en nuestras prácticas de todo tipo, no se está recogiendo, particularmente en A.Primaria, la valoración de la comunidad de pacientes, sobre atención médica en las intervenciones de los malestares psíquicos , ni promueve dicha valoración de las personas atendidas al respecto, porque no tiene carta de existencia, más allá de tiempo demora consulta, atención o satisfacción general, pero no su centralidad, que sería entender y atender correctamente un campo de conocimiento -psicológico y psicopatológico- que no es el propio a la Medicina ni a la Enfermería.
Y la valoración práctica de atención psíquica dejada en manos del Servicio Médico, en sí misma y genéricamente ,como» se cree» en el contenido del Manifiesto Leioa que nos han hecho llegar de algunos grupos de su ciudadanía acerca de la atención psicológica, recoge en ese Documento valorativo, la orfandad injusta de:
» una medicina.,
– Sin paciente (a igual síntoma igual medicamento, se diagnostica entre el primer y tercer minuto de entrevista en las consultas de Atención Primaria, según se deduce de algunas investigaciones)lo que plantea un un sesgo y un déficit en el diagnóstico y, por tanto, un riesgo en salud,
-Sin profesional ( el funcionamiento psíquico y su disfunción , ciertamente, «creen» usuarios y universidad, no es materia para la medicina),
.. y sin tratamiento específico (la psicoterapia)»
Todo esto nos lleva a «creer» que merece atención esta problemática sobre la PARTICIPACION CIUDADANA, presentada por estos grupos de ciudadanía a esta Asociación comprometida con el DERECHO A LA SALUD, en una atención integral e integrada y sin riesgos prevenibles, porque esta cuestión nos puede remitir mejor ,dentro de esta cultura sanitaria, lo que este colectivo nos propone:
UNA PROBLEMÁTICA PSÍQUICA QUE NO ESTÁ BIEN ENTENDIDA Y ATENDIDA ES UN RIESGO PARA QUIEN LA PADECE.