El cambio climático en la cuenca mediterránea aumenta el riesgo de Dengue, Chikungunya y Zyka.
La cuenca mediterránea es históricamente un punto de acceso para el comercio, el transporte y la migración, circunstancias que unidas al cambio climático hace que los países que rodean el mar Mediterráneo compartan nuevas amenazas para la salud pública que deben ser atendidas. por Jorge Barrón (Osalde)
Mientras que el calentamiento global antrópico suele ser negado por corporaciones que distribuyen productos que afectan el medio ambiente, es por contrario evidenciado por ciertos nuevos visitantes que resultan molestos y peligrosos: Los mosquitos transmisores de enfermedades emergentes que probablemente se propaguen por toda el área. Por lo tanto, un problema importante es mejorar la capacidad de preparación y respuesta a estas amenazas a nivel regional.
Las principales amenazas las constituyen los mosquitos vectores de los arborvirus virus del dengue, chikungunya, Zika, virus del Nilo Occidental y virus de la fiebre del Valle del Rift.
Un goteo contínuo de nuevos casos de infección por estos virus advierte de un proceso de llegada y adaptación de dichos transmisores de virus patógenos para el ser humano. Recientemente, tres turistas islandeses han sido diagnosticados de fiebre Chikungunya tras haber pasado unas vacaciones en Alicante. El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad ha confirmado esos tres casos positivos en una misma familia que estuvo en la ciudad el pasado mes de mayo.
La fiebre Chikungunya es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos que se caracteriza por la aparición repentina de fiebre, escalofríos, cefalalgia, conjuntivitis y fuertes dolores articulares. Se describió por primera vez durante un brote ocurrido en el sur de Tanzanía en 1952. Se trata de un virus ARN del género alfavirus, familia Togaviridae. «Chikungunya» es una voz del idioma Kimakonde que significa «doblarse», en alusión al aspecto encorvado de los pacientes debido a los dolores articulares. La enfermedad se da sobre todo en África, Asia y el subcontinente indio. Sin embargo, en 2015 hubo un gran brote que ha afectado a varios países de la Región de las Américas.
En 2014, varias comunidades autónomas lanzaron una alerta de salud pública ante el aumento de casos que estaban llegando a las consultas, pero se trataba de casos de enfermedad importada por turistas desde un brote epidémico en el Caribe.
Ahora, la situación apunta a un contagio interno. Las colonias de Aedes albopictus o “mosquito tigre”, vector habitual de transmisión de este virus, se han asentado como consecuencia del cambio en las condiciones ambientales asociadas al cambio climático de amplias zonas costeras que ha permitido la proliferación de esta especie exótica. Una vez establecido en los ecosistemas tiene la capacidad de contagio de las enfermedades que transmite.
Por otro lado, el año pasado se detectaron tres casos de dengue autóctono, provocado por un virus de la misma familia que también inocula el mosquito tigre. El Ministerio de Sanidad ha confirmado al menos seis casos de dengue contraídos en España. Todos ellos se dieron en las provincias de Cádiz y Murcia y en ningún caso los pacientes habían viajado a zonas de riesgo de transmisión, por lo que las autoridades sanitarias descartaron que se tratara de casos importados.
El Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) documentó 2.821 casos de dengue importados en la Unión Europea, el mayor número en el periodo 2012-2016. 261 fueron en España, con una tasa de 0,6 casos por 100.000 habitantes, aunque los casos autóctonos en Europa han sido, hasta ahora, esporádicos. Dicho organismo ha avisado del riesgo de brotes de la fiebre del dengue en España, donde los vectores estén bien establecidos.
En España también se han confirmado casos de infección por virus Zika, aunque todos de momento han sido importados. Es transmitido por varias especies en el género Aedes, como el Aedes aegypti, además de mosquitos arborícolas como el A. africanus y otras. La epidemia de infección por el virus Zika sigue extendiéndose por el continente americano y el Caribe, y son muchos los países afectados en la actualidad en todo el mundo. Se ha demostrado la asociación entre la infección por el virus durante el embarazo y las malformaciones congénitas en el cerebro del feto. También hay relación entre ésta infección y el síndrome de Guillain-Barré. Según el Ministerio de Sanidad, desde que se inició la epidemia en 2015, en España se han confirmado 325 casos importados de infección por zika.
Vigilancia entomológica
El Reglamento Sanitario Internacional (RSI) exige explícitamente la vigilancia y el control de vectores. En 2016, la OMS publicó un manual que ofrece orientación para implementar la vigilancia y el control de vectores en este marco.
Las principales especies invasoras en Europa son relevantes para toda el área mediterránea. Aedes aegypti y aedes albopictus se consideran los principales vectores invasivos debido a su capacidad para transmitir una gran variedad de arbovirus, y están sujetos a intensos esfuerzos de vigilancia en el área.
La vigilancia entomológica se define e implementa para cumplir objetivos específicos como son la evaluación de riesgos, amenazas a la salud pública, establecimiento de sistemas de alerta temprana, identificación de las especies y cepas de vectores involucradas en un evento de transmisión, elaboración de guías para las campañas de reducción de fuentes, monitoreo de la resistencia a los insecticidas, etc.
La dispersión de los mosquitos Aedes se produce en dos formas. En una escala intercontinental, la dispersión se produce principalmente en la fase de huevo y está asociada con el comercio internacional de productos específicos que pueden introducir un número suficiente de individuos que podrían sobrevivir y posteriormente reproducirse, principalmente neumáticos usados. En una escala intracontinental, la especie se propaga gradualmente a lo largo de las principales rutas de comunicación en asociación con el tráfico. La capacidad natural para ingresar a los vehículos es común para Aedes albopictus. Aedes aegypti se extendió ampliamente por la Cuenca del Mediterráneo hasta la década de los 50. Las poblaciones remanentes persisten alrededor de la región del Mar Negro.
El pronóstico de los impactos del cambio climático en los virus transmitidos por Aedes , especialmente el dengue, la chikungunya y el Zika, es un componente clave de la preparación para la salud pública. Los modelos utilizados en algunos estudios predicen un aumento de la población en riesgo de exposición a virus transmitidos por los mosquitos Aedes. Para ambas especies, el número de personas expuestas experimentará para 2050 un incremento del orden de 500 millones de personas, diferenciandose un mayor incremento para A. aegypti que para A. albopictus.
Las actividades humanas están contribuyendo al calentamiento global y al consiguiente cambio climático. Existe un amplio consenso en la comunidad científica sobre los efectos negativos del cambio climático sobre la salud humana. Los grupos de población más vulnerables a nivel epidemiológico son los niños, los mayores de 65 años y los enfermos crónicos. Se estima que el cambio climático será responsable directo de unos 60.000 fallecimientos en 2030 y de unos 260.000 en el año 2100, sin contar las numerosas hospitalizaciones debido a las cada vez más frecuentes olas de frio y de calor y a los fenómenos climatológicos extremos. Un panorama ciertamente preocupante sobre el que está en nuestra mano actuar para cambiar la tendencia y minimizar las consecuencias de este cambio trascendental en el que ya estamos inmersos.
Referencias
https://journals.plos.org/plosntds/article?id=10.1371/journal.pntd.0007314
https://www.eldiario.es/sociedad/Espana-gestionar-mosquitos-contagian-enfermedades_0_910959472.html
https://www.eldiario.es/sociedad/mosquitos-cambio-climatico_0_823818379.html
https://www.eldiario.es/sociedad/Sanidad-Chicungunya-islandesa-veraneaba-Alicante_0_909909880.html
https://journals.plos.org/plosntds/article?id=10.1371/journal.pntd.0007213
Anteproyecto de Ley de Cambio Climático del País Vasco. Fase de información pública