Hacia los sistemas de comunicación 5G: ¿hay implicaciones para la salud?
El 5G o quinta generación es el nuevo estándar de banda ancha inalámbrica que proporcionará mayores velocidades, cobertura y prestaciones que el actual LTE-4G. Las conexiones 5G serán 100 veces más rápidas, con velocidades medias de 20 Gbps. Eso querrá decir que las descargas de datos incluso superarán a las de las actuales redes fijas de fibra óptica. Por ejemplo, una película de 1GB se podrá bajar en menos de diez segundos. La principal mejora que introducirá el 5G es la reducción de la latencia, el tiempo de respuesta que tarda un dispositivo en ejecutar una orden desde que se le manda la señal. El 5G reduce ese retardo a un milisegundo, desde los más de 10 del 4G. Al igual que sucedió con el 4G y el WiFi entre otras herramientas, ya está surgiendo un nuevo debate sobre los posibles efectos nocivos para la salud que pueda tener la futura conexión.
Fuente: Int J Hyg Environ Health. 2018 abr; 221 (3): 367-375. doi: 10.1016 / j.ijheh.2018.01.011. Epub 2018 2 de febrero. Di Ciaula A 1 .
Resumen
La propagación de los campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF) está aumentando y los efectos sobre la salud aún están bajo investigación. RF-EMF promueve el estrés oxidativo, una condición involucrada en el inicio del cáncer, en varias enfermedades agudas y crónicas y en la homeostasis vascular. Aunque algunas evidencias aún son controvertidas, el IARC de la OMS clasificó RF-EMF como «posible carcinógeno para los humanos», y estudios más recientes sugirieron efectos reproductivos, metabólicos y neurológicos de RF-EMF, que también pueden alterar la resistencia bacteriana a los antibióticos. En este escenario en evolución, aunque los efectos biológicos de los sistemas de comunicación 5G apenas se investigan, se ha iniciado un plan de acción internacional para el desarrollo de redes 5G, con un próximo incremento en dispositivos y densidad de células pequeñas, y con el uso futuro del milímetro olas (MMW). Las observaciones preliminares mostraron que el MMW aumenta la temperatura de la piel, altera la expresión génica, promueve la proliferación celular y la síntesis de proteínas relacionadas con el estrés oxidativo, procesos inflamatorios y metabólicos, podría generar daños oculares y afectar la dinámica neuromuscular. Se necesitan más estudios para explorar mejor e independientemente los efectos sobre la salud de RF-EMF en general y de MMW en particular. Sin embargo, los hallazgos disponibles parecen suficientes para demostrar la existencia de efectos biomédicos, invocar el principio de precaución, definir a los sujetos expuestos como potencialmente vulnerables y revisar los límites existentes. Un conocimiento adecuado de los mecanismos fisiopatológicos que vinculan la exposición a RF-EMF con el riesgo para la salud también debería ser útil en la práctica clínica actual.