La bioética ‘dirigida’ por políticos no funciona
La Red de Consejos, Comisiones y Comités autonómicos de Bioética quiere duplicar el eco de sus informes y crear órganos de profesionales independientes.
Fuente: diariomedico.com 17/01/2018
Rogelio Altisent, presidente del Comité de Bioética de Aragón, está en el origen de la creación de la Red de Consejos, Comisiones y Comités autonómicos de Bioética. ¿Por qué y para qué? «Nos dimos cuenta de la necesidad de contar con esta Red autonómica cuando elaboramos el informe sobre Ética y responsabilidad en la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y entendimos que tendría más fuerza si fuera presentado a nivel nacional, respaldado por todos los comités autonómicos».
Era noviembre de 2016 y el informe fue presentado en Zaragoza por «representantes de comités de bioética autonómicos y del Comité de Bioética de España». Así comenzó todo.
«El objetivo es promover un discurso coordinado y que no haya duplicidades. Si un comité está tratando un tema, pues que no lo haga otro». La Red ha celebrado tres reuniones. El 20 de noviembre de 2017 fue el último encuentro, en el que se decidió la dinámica de actuación: celebrar dos reuniones al año, una de ellas siempre en el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (Cibir) y la otra itinerante. En mayo de 2018 está previsto un encuentro en Madrid, una comunidad que, por cierto, no tiene un comité de bioética propio, aunque sí lo tuvo. Inés Galende, jefe de área de bioética y derecho sanitario en la comunidad de Madrid, asistió a una de las citas representando a su región.
- El objetivo es promover un discurso coordinado y que no haya duplicidades», dice Altisent
«En estos meses hemos avanzado mucho, aunque hay que ser muy cuidadoso, porque las mismas tensiones autonómicas que existen en España se reproducen aquí», advierte Altisent. Cataluña cuenta con un comité autonómico de 25 años de trayectoria. Marc Antoni Broggi, presidente del comité catalán, ha respondido a DM en relación a su participación en la Red, señalando su intención «de mantenerse en contacto y propiciar esta red como repositorio de documentos que se vayan gestando en las diversas instancias […] sin pretender consensuar documentos conjuntos».
Como radiografía de la situación: «Están las autonomías que cuentan con comités; las que, contando con ellos, no funcionan, y las que no tienen nada parecido», detalla Altisent.
- Las mismas tensiones autonómicas que existen en España se reproducen aquí»
Pero, en estos meses, han quedado algunas cosas muy claras: «Aquellos comités autonómicos compuestos por cargos políticos, en los que el presidente es el consejero de Sanidad, no funcionan. En un comité de bioética lo que interesa es un enriquecimiento del análisis de la realidad y no tanto el consenso. Y, la última máxima y más importante: sin cuidar los aspectos bioéticos no hay calidad asistencial«.
Tres puntos de partida que Altisent recuerda para entender la importancia de tener en cuenta la dimensión bioética en la toma de decisiones tanto en el ámbito clínico como en las instituciones. Pero la realidad es que «la influencia que tienen los informes bioéticos en las decisiones políticas es poca», señala Sergio Gallego, presidente de la Comisión Asesora de Bioética del Principado de Asturias, desde su creación en 2011. En este contexto, Gallego celebra la creación de la Red autonómica «para salir de la atomización del trabajo, de la dinámica de trabajar de manera aislada sin saber qué hace el vecino». Además, cree que este órgano ayudará a llevar el análisis bioético «a los órganos de toma de decisiones políticas como el Consejo Interterritorial».
En el mismo sentido, Antonio Blanco, presidente de la Comisión de Bioética de Castilla y León y médico otorrinolaringólogo, afirma que «la opinión bioética debería estar más presente en la toma de decisiones que afecten al ámbito sanitario, pero no sólo en esta parcela. La bioética es inseparable de la clínica, porque nos creemos que la medicina son solo hechos, pero no es así, son también valores».
El presidente del Concello de Bioética de Galicia, José Antonio Seoane, coincide en las reflexiones que hacen sus colegas sobre los beneficios del trabajo en red «de temas cuyo interés compartimos, como son la confidencialidad de los datos de la historia clínica o la planificación anticipada de los cuidados. Estas dos cuestiones se plantearon en la última reunión, como susceptibles de un abordaje conjunto».
- Aquellos comités autonómicos en los que el presidente es el consejero de sanidad, no funcionan»
Seoane añade una visión nueva sobre los beneficios de la Red, que es el de «estimular la labor de estos órganos autonómicos y ayudar a su creación en las regiones que todavía no cuentan con ellos, pues son necesarios para mejorar la calidad asistencial».
En la reunión de la Red en Logroño, la consejera de Salud de La Rioja, María Martín, anunció que la comunidad contará con un Comité de Bioética regionalen el primer semestre de 2018, y dio pistas sobre su constitución: «Será un órgano colegiado, independiente y de carácter consultivo, que emitirá y difundirá informes, propuestas y recomendaciones sobre asuntos de carácter bioético». El comité estará formado por un número máximo de once miembros del ámbito científico, sanitario, jurídico y bioético. En Baleares, DM ha podido saber que existe un borrador de decreto para la constitución de un comité.
Por otro lado, en Andalucía, donde el presidente del órgano bioético era el consejero de Sanidad, se ha modificado el decreto restando peso a los políticos dentro del comité. Pero en Canarias, por ejemplo, el presidente del comité es el consejero de Sanidad.
Javier Sánchez Caro, miembro de la Academia de Medicina, abogado y bioeticista -creó y estuvo al frente del comité de Madrid hasta su jubilación- considera clave para la utilidad de un órgano de estas características que esté formado por profesionales «de prestigio e independientes del poder político».
Pero en la corta trayectoria de esta red, no todo son parabienes. El Comité de Bioética de España forma parte de este grupo y algunos de sus miembros han asistido a todas las reuniones celebradas. La presencia de este órgano autónomo adscrito al Gobierno central ha generado cierto recelo entre algunos de los asistentes, en relación con su papel. Altisent responde con claridad: es un miembro más. Bien, pero entre las funciones que figura en la constitución del comité nacional está la coordinación en el ámbito de la bioética. Así, pues, la sombra del debate territorial, tan presente en la esfera política, aparece también en el mundo de la bioética donde, como corresponde a la disciplina, se solventará colocándolo en el lugar que merece.