La FADSP ante el colapso de las urgencias
Fuente: Comunicado FADSP Federación de Asociaciones para la defensa de la Sanidad Pública
Desde hace días los servicios de urgencias hospitalarios en todo el país están sufriendo una situación crítica con demoras en la atención a los enfermos entre seis y ocho horas en salas de espera y pasillos, y de demoras de muchas horas, incluso días para el ingreso en plantas lo que incrementan su sufrimiento y ponen en riesgo el suyo salud. Por otro lado los trabajadores se encuentran sometidos a un gran estrés que reduce su capacidad para prestar una atención de calidad.
Esta situación se repite cada año coincidiendo con las epidemias de gripe y otras patologías respiratorias invernales y se agravó con la política de recortes de recursos sanitarios públicos del actual gobierno especialmente de camas hospitalarias (desde 2009 hay 7.000 camas hospitalarias menos) y de recursos de la Atención Primaria, y con las políticas privatizadoras. El hecho de su sistemática repetición anual pone en evidencia la ausencia de planificación de las administraciones sanitarias y una incompetencia de las mismas. En el fondo esta el interesado deterioro de la Sanidad Pública para favorecer su desmantelamiento y/o privatización.
Para hacer frente a esta grave situación desde la FADSP proponemos:
1.- Recuperar todas las camas cerradas para poder hospitalizar a los enfermos atendidos en urgencias que lo necesiten, ya que una de las principales causas del caos de las urgencias es la imposibilidad de encontrar camas para enfermos que precisan hospitalización y que permanecen demasiado tiempo en las mismas, saturándolas.
2.- Establecer estructuras de coordinación hospitalaria del servicio de urgencias y los de medicina interna para una mejor utilización de las camas hospitalarias (facilitar altas e ingresos).
3.- Realizar un plan especial de inversiones, de gestión pública, en el mantenimiento de los centros sanitarios
4.- Dotar de capacidad resolutiva a la Atención Primaria incrementando su presupuesto (hasta alcanzar el 25% del total), crear nuevos centros de salud para mejorar la accesibilidad, acabar con la masificación ampliando sus personales hasta alcanzar los 1.250 personas por cupo, mejorar el equipamiento y eliminar las trabas de acceso a los recursos diagnósticos. Una AP bien equipada y prestigiada evitaría que muchos enfermos vean en las urgencias hospitalarias como la única solución a sus demandas de atención urgente. La AP es el único nivel asistencial que garantiza las actividades de promoción y la prevención y con capacidad para combatir la medicalización y el uso irracional de los recursos.
5.- Fortalecer la atención primaria también precisa una estructura directiva en atención primaria con objetivos propios, coordinada con la estructura hospitalaria pero no dependiente. Es fundamental que la atención primaria cuente con una estructura directiva propia, unas nuevas gerencias de atención primaria.
6.- Participación social en la evaluación y propuesta de objetivos de la Sanidad Pública.
Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
11 de enero del 2018