Fuente: Covid-19 Evidencias.com Licencia CC Resumen: No hay ninguna evidencia de que la inmunidad adquirida por vacunas sea superior a la adquirida por infección natural, y hay bastante evidencia en sentido contrario, muy a pesar del deseo de nuestras autoridades políticas y sanitaria y de las grandes corporaciones farmacéuticas (Big PharMa). Todo el discurso oficial ha ido en la linea de ignorar y despreciar la contribución de la inmunidad natural innata a la protección frente al SARS-COV- 2. (1) Esto ha sido así a pesar del hecho de que la Covid-19, siendo producida por un virus nuevo, no se mostraba especialmente virulenta para mas del 90-95% de la población. Esto por sí sólo, debería haber hecho reflexionar sobre el papel que la inmunidad natural innata tiene en la protección frente a este virus y, por lo tanto, en la necesidad de preservarla y fortalecerla (evitando por ejemplo crear un estado de estrés crónico en la población ,o promover su la vida en espacios interiores que, entre otros efectos, disminuye la vitamina D y deteriora la salud general). Esta devaluación interesada del carácter decisivo de la inmunidad natural innata, de la que la inmunidad adquirida es un complemento -y no al contrario-, sirvió y sirve para crear una sensación de desvalimiento en la ciudadanía. A esto se añade la difusión de la idea -también falsa-, de que hasta que no tuviéramos una solución técnico-médica (ya fuera vacunas, principalmente, o fármacos en algún sentido más genera) TODOS, sin distinción, estaríamos en peligro […]