Mali vive un conflicto desde 2012, que ha causado una grave crisis alimentaria y el desplazamiento de más de medio millón de personas. La desnutrición infantil en varias regiones de Mali, donde está muy extendida, no se debe a la escasez de recursos, sino más bien a costumbres culturales profundas y a malas prácticas que impiden una correcta alimentación de los niños.