Tras miles de familias afectadas por los efectos que sobre el desarrollo cognitivo y físico fetal, conocidos desde hace décadas, tiene el ácido valproico, por fin la Agencia Europea del Medicamentos (EMA) hace algo con capacidad de evitar de manera efectiva que siga habiendo daños. Fuente: nogracias.eu «Más vale tarde que nunca: la EMA responde al “escándalo Depakine” El día 23 de marzo de 2018, se hacían oficiales las nuevas recomendaciones de la EMA: “Se han respaldado nuevas medidas para evitar la exposición de los bebés en el útero a los medicamentos con valproato, porque corren un alto riesgo de malformaciones y problemas de desarrollo.” El ácido valproico es un medicamento aprobado para ser utilizado en epilepsia y, con menos evidencias, para trastorno bipolar y prevención de la migraña, utilizado desde hace más de 50 años, y comercializado por Sanofi casi en exclusiva desde entonces gracias, a diferentes presentaciones e indicaciones. La EMA ahora quiere dar la imagen de contundencia que debía haber tenido, al menos, hace 17 años. En el año 2001, como relata el último número del Butlletí groc, ya hay constancia de que Sanofi y la EMA conocían los riesgos: “En esta fecha los informes PSUR (Periodic Safety Update Report) sobre el fármaco ya contenían casos de retraso del desarrollo y autismo en niños expuestos en el útero materno” Y existía conocimiento, no anecdótico, desde al menos una década antes, que advertía claramente de que el efecto del valproico era mucho mayor que el de cualquier otro antiepiléptico sobre el desarrollo fetal. […]