Fuente: Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) La Comunidad Valenciana ha servido de probeta al Partido Popular para desarrollar la gestión privada en hospitales y la Atención Primaria (AP) en Valencia (y España). Este experimento, dirigido a poner en práctica la estrategia neoliberal en la sanidad española, se aplicó en los nuevos hospitales construidos en la Comunidad Autónoma: Alzira, La Marina, Elx, Torrevieja y Manises (y posteriormente en la Comunidad de Madrid y otras CCAA) El ex presidente del Partido Popular Zaplana impulsó la privatización: Creó Ribera Salud recurriendo a la financiación público privada. En 1997 un ejecutivo al servicio de la aseguradora sanitaria Adeslas propuso a la administración valenciana construir y gestionar desde la aseguradora un nuevo hospital público a cambio de cobrar un canon por cada habitante asignado al centro. Eduardo Zaplana, entonces presidente  de la Generalitat,   apoyo rápidamente la idea para lo que creó Ribera Salud, una empresa de gestión privada en la que incluyó a las cajas de ahorros valencianas Bancaja y la Caja de Ahorros del Mediterráneo y Caixa Carlet, (45%); la aseguradora Adeslas (51%);  y  dos empresas constructoras  ACS -Dragados (2%) y Lubasa, (2%). El primer centro puesto en marcha por Ribera Salud de acuerdo a este modelo fue el Hospital de Alzira, que pretendía convertirse en el primer hospital español acogido al régimen de Concesión Administrativa como inicio de privatización sanitaria valenciana, que además serviría de guía para el resto de CCAA. El experimento fue acogido con entusiasmo por el sector empresarial […]

Un ejemplo a seguir. «La reversión garantizará la calidad sanitaria de Alzira» Mariano Sánchez-Bayle, Portavoz de la Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública.  El hospital de Alzira construido en 1997 mediante el sistema de “concesión administrativa” en la localidad valenciana del mismo nombre ha acabado constituyendo un paradigma de los sistemas de privatización sanitaria en España. En síntesis este modelo consiste en que una UTE formada por varias empresas (en este caso bancos y una aseguradora sanitaria) construye un hospital y se encarga posteriormente de la gestión del mismo durante un largo plazo de tiempo (entre 10 y 30 años) cobrando un canon anual de los presupuestos públicos y responsabilizándose de la atención sanitaria de una determinada zona o área de salud. En Alzira después de una primera concesión en 1997, en 2003 y como las cuentas no le salían a la empresa concesionaria se revirtió el hospital a la Sanidad Pública valenciana que pago el coste de la inversión realizada, e incomprensiblemente 25,9 millones € por lucro cesante, cuando la reversión se había producido porque la empresa declaraba perdidas y a petición de esta. Inmediatamente se hace un nuevo concurso que se adjudica a la misma empresa y en el que se añaden los centros de salud del área. Obviamente incrementando notablemente el canon con lo que las pérdidas se convierten en ganancias. El contrato esta previsto para un incremento continuado y blindado de los ingresos de la empresa privada, así se aumenta el canon en […]