«Un primer elemento a la hora de luchar contra la pobreza es la de tasarla objetivamente. Hay muchas formas de medirla, y no necesariamente todas permiten afrontar el tema con la debida pertinencia. Hay una proliferación de pobrezas: la infantil y la energética se han hecho especialmente presentes en los últimos tiempos. Por eso hay que distinguir el grano de la paja y, como en el ámbito de los rumores sobre la inmigración, perfilar bien el fenómeno es el punto de partida adecuado, porque desde la exageración no puede jamás abordarse una política adecuada al fin deseado.» Fuente: Naiz.eu Xabier Aierdi Urraza Asesor de Políticas Sociales del Gobierno Vasco. En segundo lugar, hoy por hoy la pobreza no se da únicamente pero sí básicamente en familias, sea cual sea la definición que adoptemos de ésta. A partir de aquí es desde donde se debería abordar el fenómeno de la pobreza, al menos en una gran parte de sus formas, y sin trocearla en pobrezas «llamativas». En tercer lugar, en una sociedad crecientemente poslaboral y posalarial, la pobreza y/o su riesgo no solo no van a desaparecer, sino que tienden a acrecentarse en formas de riesgo de exclusión y de pobreza real. En un contexto de digitalización del empleo y de acumulación por desposesión es imprescindible situarse en el escenario futuro más probable: escasez de empleo, fin de la meritocracia y de la movilidad ascendente y re-aristocratización del mundo. Retomando los números de la pobreza, en Euskadi tenemos un excelente instrumento de medida, […]