La resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas fue aprobada por unanimidad el 31 de octubre de 2000, para incluir la perspectiva de género en las negociaciones de resolución de conflictos armados Fuente: conlaa.com 25/1/2018 Cristina Muñoz La resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas fue aprobada por unanimidad, el 31 de octubre de 2000, para incluir la perspectiva de género en las negociaciones de resolución de conflictos armados. La resolución llama a todos los países para permitir una mayor representación de las mujeres en todos los niveles, tanto en la resolución del conflicto como en el proceso de paz, designando a más mujeres como representantes y ampliando su papel en las operaciones de mantenimiento de la paz, entre los observadores militares, policía, derechos humanos y el personal humanitario. Las mujeres y las niñas son las víctimas invisibles, violadas, reclutadas, secuestradas, utilizadas como escudos humanos o en atentados suicidas, explotadas como esclavas sexuales, obligadas a contraer matrimonio forzado, vendidas o entregadas como “regalo” a los combatientes. Como en Nigeria, donde el grupo armado Boko Haram ha secuestrado al menos a 2.000 mujeres y niñas desde principios de 2014. Pero también ha sucedido en Irak, Guatemala, Congo, Colombia, en Bosnia Herzegovina… A causa de los conflictos, las mujeres, niñas y niños representan el 80% de quienes se ven obligados a abandonar sus hogares y desplazarse internamente o a buscar refugio en otros países. En Siria, 11 millones de personas han tenido que dejar sus hogares. Muchas mujeres salieron de Siria por temor a la violación, pero en los campos […]

Más allá de la genética, las mujeres sufrimos determinadas enfermedades simplemente por el hecho de serlo. En los últimos años, tanto desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), como a través de las investigaciones y estudios publicados por el Observatorio de Salud de las Mujeres (OSM) de nuestro país, se evidencian muchas de las diferencias y desigualdades en todos los aspectos relacionados con la salud de los unos y otras. Pero a pesar de los datos, la mayoría de los profesionales de la salud no tratan a las mujeres y su salud con perspectiva de género. Vivimos en un modelo que, por ejemplo, no cuestiona la desigualdad que arrastran las mujeres por la carga extra de trabajo doméstico y cuidados que realizan. Y ese desequilibrio pasa factura en cuanto a fibromialgias, migrañas o anorexias nerviosas. Es una evidencia, el 90% de las enfermedades físicas que se dan entre las mujeres están relacionadas por no entender las cuestiones de género.  Pero más allá de eso, de que la artrosis afecta al triple de mujeres que de hombres o de que de 9 de cada 10 personas que sufren fibromialgias o migrañas sean mujeres, en la Asociación Mujeres para la Salud (AMS) hemos acuñado también otra dolencia, lo que nosotras llamamos “depresión de género” y que utilizamos para poner nombre a los problemas psicológicos de las mujeres por el hecho de serlo, por esos factores culturales y sociales que van más allá de la genética. No son depresiones exógenas, hay unos síntomas claros que están relacionadas con la cultura en […]