«Hay un mantra neoliberal que identifica la sanidad pública con ineficiencia y derroche, y que asegura que dejarla en manos de la iniciativa privada optimiza automáticamente su gestión y reduce sus costes como por arte de magia. Pues va a ser que no. Al menos si sigue al detalle el caso de la clínica Povisa de Vigo, el mayor hospital privado de España y que nutre buena parte de su negocio gracias a los más de 75 millones de euros que percibe cada año de la Xunta de Galicia por tratar a pacientes del Servicio Galego de Saúde (Sergas).» Javier Oliver en publico.es