La ciencia que convierte osos polares en personas

La ciencia que convierte osos polares en personas

Existe un universo científico paralelo en el que cualquier idea, por disparatada que sea, puede colar si el dinero va por delante. Así es el mundo de los congresos montados para lucrarse a costa de los científicos que quieren engrosar su currículo.

Fuente: voxpopuli.com La ciencia que convierte osos polares en personas. Antonio Martínez Ron

El próximo 3 y 4 de marzo se celebrará en Oslo un congreso internacional sobre los avances en medicina y el doctor Lur N. Dreier participará en él para describir su investigación más reciente: el caso de 25 osos polares que se convirtieron espontáneamente en personas. Hace unas semanas el científico remitió al comité organizador el estudio titulado ‘Spontaneous Transformation in Ursus Maritimus. A Case Series’(Transformación espontánea en Ursus maritimus. Una serie de casos), que fue aceptado en solo cuatro días para su presentación en el congreso tras pasar un supuesto proceso de revisión por pares.

Como ya habrá intuido el lector, los osos no se convierten súbitamente en personas y el doctor Lur N. Dreier no es un científico real, sino el pseudónimo del investigador noruego Are Brean, quien ha presentado el trabajo para alertar de la celebración de este tipo de “congresos depredadores” en su país y demostrar que se trata de herramientas de recaudación en las que el rigor científico es lo de menos. Este congreso, en concreto, lo organiza una entidad llamada IIER (International Institute of Engineers & Researchers), una de las muchas sociedades que se dedican al lucrativo negocio de cobrar a los científicos por aceptar cualquier material y que estos puedan viajar a costa del presupuesto de su proyecto e incluir la participación en el congreso en su expediente.

Para asistir y figurar en estos congresos se piden cantidades que oscilan entre los 600 y los 2.000 euros

Estos no son congresos organizados por sociedades académicas. Son conferencias organizadas por empresas que buscan el beneficio y aprovecharse de la necesidad de los investigadores de construir un currículo”, asegura Jeffrey Beall, el autor de la lista negra de “revistas depredadoras”, el otro fenómeno creado en torno a esta necesidad de engrosar el CV. El sistema es relativamente sencillo, explica Brean en su web. Cualquiera puede conseguir que su trabajo “revisado por pares” se acepte en una de estas conferencias siempre que pague una suma de dinero que oscila entre los 600 y los 2.000 euros. Si paga más puede conseguir que le publiquen en una de las revistas del grupo o pasar a formar parte del comité editorial del congreso, todo a la carta. El modelo es tan rentable que algunas empresas que se dedican a ello, como la india OMICS, la árabe WASET o la china BIT, recaudan cada año millones de euros.

Estas artimañas no son nuevas y se han denunciado en numerosas ocasiones. Para elaborar su artículo sobre los osos polares, Are Brean ha utilizado una herramienta llamada SCIgen, creada en 2005 por tres estudiantes del MIT y que se hizo famosa porque permite generar artículos científicos con títulos y contenidos aleatorios, gráficos incluidos, que se han colado decenas de veces en distintas revistas como muestra de la falta de control de los contenidos. El año de su creación, un trabajo de este tipo fue aceptado por el Congreso WMSC 2005 y los autores fueron invitados a dar una charla hasta que se conoció que era una tomadura de pelo. En fechas más recientes, como 2013, las revistas de revistas de IEEE y Springer tuvieron que borrar más de un centenar de trabajos creados con esta herramienta.

El fenómeno de los congresos ‘falsos’ ha crecido hasta tal punto que cada día los científicos ven asaltado su correo institucional con decenas de propuestas para participar en conferencias, muchas de ellas sin relación con su trabajo.

(…) El asunto es tan generalizado que la revista BMJ publicó recientemente un estudio sobre el alcance de estas invitaciones académicas no deseadas y en 2014 un grupo de investigadores consiguió publicar en una revista depredadora el estudio titulado “Get me off your fucking mailing list” (Sácame de tu jodida lista de correo), que acompañaron con gráficos ilustrativos.

(…) Uno de los trucos más utilizados para ganarse la confianza de los investigadores primerizos o incautos es el anuncio de que al congreso asistirán algunos científicos de renombre, a menudo premios Nobel a los que nadie ha consultado para incluirlos en el programa y que nunca aparecen en la cita real. Los que acuden a uno de estos congresos por primera vez se encuentran con que en realidad se celebra en la sala de un hotel, apenas dura dos horas y no hay casi ningún ponente los que se anunciaban en el programa.

(…) Cuando les preguntan a los organizadores de empresas como BIT Life Sciences y OMICS, que organizan miles de conferencias por todo el mundo sobre los temas más diversos, su respuesta es que ellos son “un puente para el mundo profesional” y niegan que sus empresas hagan spam de manera masiva a la comunidad científica. Al final, lo único que están haciendo es aprovechar en su propio beneficio el resquicio del sistema que obliga a los investigadores a publicar y acumular conferencias. Como los científicos pagan estos gastos con fondos destinados a sus proyectos, al final es una manera de desviar fondos públicos y privados hacia actividades lucrativas de terceros. Y de minar la credibilidad de la comunidad investigadora con prácticas poco éticas.

Ver en el articulo original completo, con referencias y enlaces en el texto.

 

 

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