El TTIP contra la salud pública

El TTIP contra la salud pública

Por qué nos preocupa el TTIP y su impacto sobre el acceso a los medicamentos

La Unión Europea y los Estados Unidos se enfrentan a unos precios de medicamentos cada vez más elevados y distintos estados europeos tienen grandes dificultades para sufragar el coste de los fármacos patentados. El Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP), actualmente en negociación, podría suponer una barrera para los necesarios futuros cambios a favor de precios asequibles, un modelo de innovación que responde a las necesidades de salud pública y la creación de unos incentivos alternativos para nuevas terapias.

Fuente: nogracias.eu

El acceso a los medicamentos a precios asequibles es imprescindible para asegurar una asistencia sanitaria universal. Desafortunadamente, tanto las posiciones negociadoras de la Comisión Europea como las demandas por escrito de la industria farmacéutica a las autoridades en ambos lados del Atlántico, representan una clara amenaza al derecho de acceso a medicamentos esenciales. De hecho, el recién negociado Partenariado Trans-Pacífico (TPP) entre los Estados Unidos y los países del pacífico contiene unas provisiones que podrían tener un impacto devastador sobre la salud de ciudadanos humildes, desde Chile a Vietnam.

Al mismo tiempo la presidencia holandesa de la UE ha cuestionado la excesiva protección de la propiedad intelectual que goza la industria farmacéutica. La Ministra Holandesa de Sanidad ha apostado por un nuevo equilibrio entre el acceso a medicamentos y la protección de las patentes para garantizar unos tratamientos económicamente sostenibles.

Nos preocupa que muchas de las propuestas que están siendo consideradas en TTIP anteponen los intereses de la industria a la salud pública. Si al final estas propuestas se incluyen en el texto acordado, será muy difícil hacer en un futuro cambios legislativos a favor de un acceso más justo a los medicamentos.

TTIP podría limitar la capacidad de los gobiernos para negociar precios justos.

TTIP podría dar aún más poder a la industria farmacéutica para influir en las decisiones estatales sobre los precios y el reembolso de los medicamentos. Podría debilitar las posiciones negociadoras de los gobiernos que intentan contener los precios de los medicamentos dentro de un análisis coste-beneficio, al imponer unos tortuosos procedimientos burocráticos y fechas límites sobre la negociación.

TTIP podría aumentar las prácticas monopolísticas basadas en la propiedad intelectual.

TTIP podría extender los periodos de monopolio derivado de las patentes y las reglas de exclusividad mercantil, postergando la competencia entre productos genéricos más asequibles. El acuerdo de TTIP podría terminar por perpetuar las peores normas de ambos lados del Atlántico, dificultando posibles reformas futuras de las leyes de patentes para favorecer la reducción de precios de medicamentos.

TTIP significa reforzar la protección de los secretos comerciales.

La UE está a punto de adoptar una directiva que busca armonizar las reglas de secretos comerciales entre sus estados miembros, algo considerado como un requisito para el pacto comercial de TTIP. Esta Directiva, que afecta al marco de la propiedad intelectual, es una amenaza a la libertad de expresión y al derecho de acceso a la información por parte de la ciudadanía. Es probable que la Directiva restrinja seriamente el acceso a información de interés público, como los datos clínicos sobre la eficacia y seguridad de los medicamentos u otra información técnica que facilita la producción de medicamentos genéricos. De hecho, se amplía el ámbito de protección de la propiedad intelectual. Al mismo tiempo, en Estados Unidos se están negociando nuevas y duras reglas sobre la protección de los secretos comerciales. El objetivo es incluir estas provisiones en TTIP, creando así una nueva norma de carácter internacional para los secretos comerciales.

El nuevo mecanismo de cooperación regulatoria en TTIP preparará el terreno para aumentar aún más influencia de los lobbies farmacéuticos.

La creación de grupos de trabajo permanentes UE-EE.UU sobre la propiedad intelectual, la fijación de precios para los medicamentos y para la consideración bilateral de nueva legislación podría influir e interferir en la independencia de las políticas nacionales de medicamentos. La inclusión del mecanismo de arbitraje inversores-estado (ISDS) podría perjudicar a la salud pública. TTIP permitirá crear un nuevo sistema a través del cual las empresas pueden desafiar extrajudicialmente las medidas legislativas, jurídicas y administrativas que adoptan los gobiernos para salvaguardar la salud pública u otros intereses públicos, al considerarlas lesivas para sus intereses comerciales.

TTIP podría establecer unos estándares globales que dañan a la salud pública en países de rentas bajas y medias

TTIP podría dañar a los pacientes de los países de rentas bajas y medias donde hay unos recursos para la sanidad pública más limitados. La adopción de acuerdos de cooperación regulatoria entre UE y EE.UU en TTIP podría terminar por poner barreras a las políticas que adoptan los países del Sur para garantizar el acceso a los medicamentos genéricos. Estos países suelen tener menos instituciones fuertes para prevenir los excesos del sistema de propiedad intelectual y para luchar contra los altos precios de los medicamentos. En este contexto los sistemas de salud tendrían aún menos capacidad para atender a sus pacientes debido a la escasez de fondos públicos.

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